Para el regreso a clases es importante proveerles a los niños alimentos que les brinden la energía suficiente para mantenerse enfocados en sus estudios y tener un mejor desempeño. La necesidad de energía, proteínas, vitaminas y minerales de los menores aumentan significativamente debido a su rápido crecimiento.

Una alimentación balanceada es importante para el desarrollo fisiológico y cognitivo especialmente cuando se está en etapa de crecimiento. Además, previene deficiencias nutricionales y enfermedades crónicas como obesidad y diabetes mellitus. El consumo inapropiado de vitaminas y minerales podría afectar negativamente su crecimiento, ocasionarles cansancio y menor rendimiento académico.

De acuerdo con la Academia de Nutrición y Dietética de Estados Unidos se recomienda el consumo de granos integrales, proteínas magras, vegetales (especialmente verde oscuro, rojo y anaranjado) y frutas enteras. También se sugiere que del 25 al 35 % de las calorías que se consuman provengan de grasas poli y mono-insaturadas. Alimentos como el salmón, las nueces y algunos aceites vegetales, son una excelente fuente de vitamina E y ácidos grasos esenciales como omega 3 y 6.

Como los carbohidratos son la fuente principal de energía del organismo y cerebro, alimentos como panes, cereales refinados, azúcares, sodas o jugos no son recomendados. Es preferible optar por frutas como la pera, frambuesa, parcha, higo, ciruela pasa, cereza y manzana que tienen alto contenido en fibra. También están los cereales integrales como el trigo, la avena, el maíz o frutos secos como el maní y las almendras. Otras opciones son el pan integral y la granola, siempre y cuando sean bajos en sodio, grasas saturadas y azúcares agregados.

Para proteínas están las legumbres, peces, aves, carnes y los clásicos sándwiches de huevo, jamón o atún. Como alternativas para lácteos están leche, yogur o queso sin o bajos en grasa. Evite alimentos procesados por alto contenido en grasas saturadas, azúcares agregados y sodio; así como productos enlatados. Asimismo, el agua es esencial ya que además de mantener el cuerpo hidratado ayuda  para un funcionamiento adecuado del organismo.

Entre las ideas para las meriendas a la hora de preparar la lonchera, puede incluir algunas de las siguientes opciones: quesadillas con vegetales; tortillas de espinaca; emparedado de mantequilla de maní o 1 cucharadita de jalea baja en azúcar; emparedado de queso, jamón, pollo o atún con vegetales como lechuga y tomate; frutos secos variados; avena, yogur, ensalada de pasta fría con atún y vegetales; ensalada de frutas. Estos son solo algunos ejemplos para prepararle a su niño. El menú puede variar según los gustos del menor.

(Fuentes: Varias)

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