“Salpica a mucha gente el impago de la deuda”, con este refrán de pueblo comparó el Dr. Edwin Irizarry Mora, catedrático del Departamento de Economía de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Mayagüez, el problema de la deuda del País.
Destacó que es importante aclarar que la deuda que tiene el gobierno de Puerto Rico no es solo con las grandes compañías multimillonarias estadounidenses, sino también con inversionistas puertorriqueños. “Hay miles de personas en Puerto Rico que le prestaron dinero al Gobierno. Compraron bonos a la Autoridad de Energía Eléctrica, a otras corporaciones públicas. Muchos se dejaron llevar por las Casas de Corretaje que recomendaron invertir en el Gobierno porque era una inversión segura”, precisó.
Añadió que: “Durante muchos años el gobierno de Puerto Rico pagó, pero con el impago se afectan muchas personas que de buena fe le prestaron $50 mil o $100 mil. Ese fue el dinero que trabajaron toda su vida y era lo que tenían para su retiro”.
Indicó que una de las consecuencias del impago es que el valor de las inversiones se desploma porque nadie va a querer comprar una inversión que antes costaba $100 mil y ahora vale $40 mil, peor aún sabiendo que el que estaba pagando los intereses ha dicho que no puede hacerlo más.
De otro lado, el otrora candidato a la gobernación por el Partido Independentista Puertorriqueño, señaló que otro sector ampliamente afectado son los socios de las 115 Cooperativas de Ahorro y Crédito que tiene la Isla. Explicó que las Cooperativas le prestaron al Gobierno entre 500 y 600 millones de dólares. “Puerto Rico tiene cerca de 950 mil socios que son los dueños de las cooperativas, gente común y corriente, maestros, enfermeras, empleados de la empresa privada que tienen ahí sus ahorros”, enfatizó.
Igualmente, el Dr. Irizarry Mora enfatizó que esto no significa que los socios van a perder su dinero porque los fondos están asegurados por la Corporación para la Supervisión y Seguro de Cooperativas de Puerto Rico (COSSEC), pero sí enfrentan la pérdida de que a raíz del impago no recibirán los dividendos (ganancias) que se pagan anualmente.
Como resultado de que la cantidad de la deuda varía entre los acreedores, se le preguntó si el Gobierno tenía la obligación de pagar primero a los que más adeuda. Admitió que se supone no lo hagan. Sin embargo, detalló que hay un orden en la estructura de la deuda. “Hay cierto tipo de deuda que tiene garantías constitucionales. Por ende la deuda que tiene una garantía menor cobrará luego que se le pague a los que tienen la garantía constitucional”, abundó.
Al cuestionar el efecto que tiene que los acreedores demanden al Gobierno si este no tiene dinero para pagar, respondió que los acreedores y sus abogados van a buscar la manera de identificar fuentes de repago. “Eso puede implicar que se demanden ingresos futuros que reciba el Gobierno. Por ejemplo, que los ingresos de las fuentes contributivas se utilicen primero para el pago de la deuda y el sobrante para otras obligaciones”, informó.
De otro lado, puntualizó que el 2016 comenzó con un aumento en la emigración. “Cada vez más sectores poblacionales que tenían la capacidad de generar ingresos y por ende pagar impuestos se fueron. Sumado al cierre de negocios, más gente desempleada. Esto implica que se sigue reduciendo la expectativa del Gobierno de cobrar impuestos adicionales para seguir pagando la deuda”, subrayó.
El expresidente de la Asociación de Economía de Puerto Rico, puntualizó que el despido de empleados públicos no es una opción porque aunque se aliviará la carga de las obligaciones del Gobierno los recaudos se reducirán aún más.
Finalmente, dijo que la única forma de que la Isla se encamine a un proceso de recuperación es: “Aumentando la productividad de nuestra economía, creando nuevas fuentes de empleos y creando actividad económica que genere ingresos”.