Según las estadísticas de la Policía, a principios de 2018 el aumento en la cifra de crímenes se disparó, en particular los robos de vehículos mejor conocidos como carjacking, reportados durante los meses de enero y febrero.
De acuerdo con el comandante Gerardo H. Oliver Franco, director del Negociado de Armas de la Policía de Puerto Rico, en comparación con el año anterior “en enero de este año hubo 27 carjackings más”. Estos se concentraron en las áreas de San Juan, Bayamón, Carolina y Caguas.
Con el fin de investigar este tipo de delito y conocer la frecuencia con la que ocurren, la Policía determinó que había unas organizaciones de jóvenes, entre 15 a 25 años, específicamente en el área de Juncos, que cometían este tipo de delitos. En su mayoría, son personas independientes o usuarios de sustancias controladas.
“Vimos que en el mes de enero hubo tres asesinatos en medio de carjackings, casi relativamente de un día para otro”, aseveró Oliver. No obstante, aseguró que una de las organizaciones compuesta por 11 miembros fue desarticulada. Los individuos fueron procesados y se les radicaron casos de asesinato y carjacking a nivel estatal y federal. Otras de las organizaciones arrestadas provenían de las áreas de Cataño compuesta por cuatro personas, y de Carolina con alrededor de seis individuos. Como parte de las intervenciones se detuvo un total de 44 personas.
Dentro de la misma comparativa, en el mes de febrero hubo 10 carjackings menos. Hasta el 11 de marzo, las estadísticas mostraban 2 delitos menos en comparación con el mes anterior. De los 130 carjackings se habían recuperado sobre 80 vehículos intactos.
Un análisis desprendido de entrevistas a los autores arrojó que la razón principal de los robos no era cuestión de lucro, ni venderlos o desmantelarlos, sino que “era más una competencia entre estos jóvenes a ver quién hacía más delitos de esta clase”. A su vez, el Comandante detalló que estas personas no tienen un vehículo específico para robar, y que solo basta con ver la oportunidad.
Oliver enfatizó que tanto el carjacking como el robo son delitos de oportunidad. En el caso de asesinato, que es un delito de acecho, “la mayoría está relacionada con el trasiego de drogas y una vez los consiguen, les disparan sin ninguna inhibición y posiblemente en las vías públicas han resultado personas inocentes heridas en medio de tiroteos”.
Asimismo, las víctimas principales eran hombres, ya que los delitos ocurrían mayormente en el horario de 8:00 de la noche a 4:00 de la madrugada. “Otra cosa que aprovechaban eran lugares de poco alumbrado donde las personas se estacionaban a textear o hablar por teléfono, lo que les daba la oportunidad de identificar a la víctima que está descuidada”, subrayó Oliver.
Ante esto, recomendó a las personas evitar lugares poco alumbrados, a fijarse en sus alrededores cuando estacionan el auto o cuando van hacia él, no retirar dinero en cajeros de ATH donde no hay seguridad ni echar gasolina en horas de la noche. Si al salir de un lugar ve una persona sospechosa alrededor de su vehículo, Oliver exhortó utilizar un pito (como los que usa la policía) o activar el botón de pánico de la alarma para que sirva de disuasivo contra los malhechores. Cuando vaya a la gasolinera asegure todas las puertas del vehículo para evitar que el maleante acceda a él.
De otra parte, el Comandante indicó que existen seis categorías de crímenes violentos. En los de mayor frecuencia están los asesinatos, robos y robos domiciliarios. En cuanto a los primeros dos, este año la cifra está 239 delitos de robo por debajo en comparación con el 2017. No obstante, aunque hay 18 asesinatos por encima de las estadísticas de esta misma fecha al año pasado, aseguró que la mayoría de los asesinatos se han esclarecido y los que aún no lo están, se encuentran en etapa investigativa. Además, se ha impactado la entrada de la droga a Puerto Rico, siendo el golpe más reciente la incautación de un cargamento de $32 millones.