Justicia, paz y unidad. Esto define la oración llevada a cabo el 1 de mayo, Fiesta de San José obrero y Día internacional de los Trabajadores, en la celebración eucarística celebrada por Mons. Roberto O. González Nieves, OFM, Arzobispo Metropolitano, en la parroquia Nuestra Señora del Carmen en Barrio Obrero, ubicada en la Avenida Borinquen en Santurce. En la Misa estuvo presente Mons. Eusebio Ramos Morales, Obispo de la Diócesis de Caguas, así como varios sacerdotes y fieles.

A las 12:15 de la tarde comenzó la Eucaristía. “En la fiesta de San José obrero queremos unirnos al drama que vive nuestro pueblo”, detalló el Arzobispo Metropolitano. Durante su homilía, Mons. Roberto catequizó sobre la figura de San José, el trabajador humilde. También, abundó sobre la circunstancia actual que afecta y reta de distintas formas a los trabajadores puertorriqueños como el desempleo, la crisis fiscal gubernamental, la recesión económica, entre otros. El Prelado arquidiocesano pidió a los presentes orar por los trabajadores puertorriqueños que son los que construyen un mejor país y por el trabajo en Puerto Rico.

Sobre el proceso de la quiebra gubernamental que afecta a todo puertorriqueño, indicó que “tenemos que afrontar este proceso como pueblo, no para ser crucificados ni que se crucifique la esperanza y la dignidad del pueblo”. Insistió en un proceso de quiebra y reestructuración de la deuda revestido de sabiduría como la que el Papa Francisco mencionó como “un elemento fundacional de la dignidad humana” y sensibilidad con los más vulnerables. Usó de ejemplo a Zaqueo a quien Jesús “llevó a distribuir sus riquezas, a repartir sus bienes con los pobres, a hacer justicia con aquellos que defraudó”. También, pidió orar para que aquellos que poseen grandes capitales vean y sientan el sufrimiento, la ansiedad y la incertidumbre del pueblo.

Luego de la celebración, Mons. Eusebio indicó que en la fiesta de San José obrero era importante orar por el país. Esto en momentos en que se efectuaban manifestaciones en el área metropolitana, por las difíciles circunstancias que se viven y como mencionó, donde los más vulnerables asumen grandes consecuencias de los planes fiscales. “Vinimos a orar por nuestro País para que brote la sabiduría del Espíritu en nuestros líderes, que brote ese Espíritu de comunión y solidaridad”, comunicó. Así, exhortó a fomentar la paz, la solidaridad y el diálogo.

Es meritorio destacar, que ni el Arzobispo Metropolitano ni ningún Obispo de Puerto Rico participó en las manifestaciones pautadas para ese día en Hato Rey o el Capitolio. Igualmente, se aclaró que contrario a información divulgada por algunos medios digitales, de que previamente algunos Obispos habían anticipado que participarían en las actividades de ese día, esa información fue incorrecta.

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