Hoy 4 de septiembre, la comunidad católica a nivel internacional está de fiesta con motivo de la canonización de Madre Teresa de Calcuta. El evento que ocurrió en la Ciudad del Vaticano en Roma, Italia será recordado como uno de los más significativos durante el Jubileo Extraordinario de la Misericordia.
Aunque esta religiosa, conocida y querida en el mundo entero, recibió muchos premios y galardones a lo largo de su vida, el más valioso llegó tras su fallecimiento (el 5 de septiembre de 1997), cuando el Papa San Juan Pablo II la proclamó Beata 6 años después en el 2003.
Si bien la beatificación ya había sido considerada con su muerte, fue en 1998 cuando un suceso inexplicable se la otorgó casi automáticamente. Mónica Besra, que tenía un tumor en el abdomen, sanó el 5 de septiembre de ese mismo año, después de que una de las hermanas que la cuidaba colocase sobre su abdomen una imagen de la Virgen María, que había estado sobre la túnica de Madre Teresa.
De otro lado, el hecho que finalmente elevó a los altares a la ahora Santa Teresa fue el reconocimiento por parte del Papa Francisco de otro milagro. El caso de un hombre que se encontraba en fase terminal y fue curado de forma inexplicable de ocho abscesos que tenía en el cerebro por los que debía ser operado. Esto ocurrió en la ciudad de Santos en el estado de Sao Paulo (Brasil). Según un diario italiano durante la fase de estudio del milagro, el médico explicó no haber visto “nunca un caso como este” y que todos los pacientes similares que había tratado en sus 17 años de profesión habían fallecido.
Por su parte, P. Elmiram Ferreira, explicó que acompañaba a la familia en esa época y que fue él quien les dio una oración para pedir la intercesión de la entonces Beata para que todos la rezaran intensamente. “La Madre Teresa se convirtió en el consuelo y aliento en aquella larga jornada. Así, cuando se verificó la completa recuperación de la salud, que los médicos no podían explicar, entendí que allí estaba la mano de la Bienaventurada”, afirmó.
“El médico que cuidó al hombre en Santos fue el mismo que cuidó del Papa Francisco en la Jornada Mundial de la Juventud en 2013, y él le contó el caso al Pontífice. Su Santidad expresó el deseo de estudiar mejor el caso y por ello los encargados de Roma vinieron a Santos”, manifestó P. Ferreira.
Es así como debidamente rectificado el milagro, el Santo Padre expresó su deseo de canonizar a la Madre Teresa durante el Año de la Misericordia que inició el 8 de diciembre de 2015 como una “señal de misericordia para el mundo” en el servicio a los pobres.
No cabe duda de que aunque han pasado alrededor de 19 años desde su muerte, el mensaje de la Santa al igual que su obra está hoy más vivo que nunca.