La Iglesia Católica no es solo templos, sacerdotes y monjas. Tampoco está edificada para condenar los pecados o para quedarse encerrada en sus propias paredes. Iglesia somos todos, por lo que el Papa Francisco nos dice que la Iglesia “es en salida” o “no es Iglesia”, de modo que “está llamada a ser siempre la casa abierta del Padre”. ¿A esto también nos llama el Sínodo? 

Según el Vademecum, documento para la primera fase del Sínodo, el proceso sinodal es espiritual y no es una mera recopilación de datos, tertulias o debates sobre ciertos temas. “La escucha sinodal está orientada al discernimiento”. Es decir, “nos escuchamos unos a otros, escuchamos nuestra tradición de fe y los signos de los tiempos, para discernir lo que Dios nos dice a todos”. El documento preparatorio nos menciona también que si escucha es la ejecución principal para el proceso sinodal, el discernimiento es la finalidad, y la participación es la vía para llegar a ello. 

Asimismo, en la Misa de apertura del Sínodo, el Papa Francisco dijo: “Hacer sínodo significa caminar juntos en la misma dirección. Miremos a Jesús, que en primer lugar encontró en el camino al hombre rico, después escuchó sus preguntas y finalmente lo ayudó a discernir qué tenía que hacer para heredar la vida eterna. Encontrar, escuchar, discernir: tres verbos del Sínodo en los que quisiera detenerme”. Es por eso por lo que Padre Omar “Omi” Soto Reyes, párroco de la Parroquia Sagrado Corazón de Salinas y encargado del Sínodo 2021-2023 para la Diócesis de Ponce, reflexionó sobre los tres verbos que el Papa mencionó: encontrar, escuchar y discernir. “El concepto comunidad implica encuentro con los hermanos, aunque sea virtual o presencial”, refiriéndose a la variedad de modalidades para encontrarse con los demás. La palabra escuchar es una palabra de asamblea”. En otras palabras, de un encuentro que se da para poner en practica la escucha. Más allá de escucharnos entre cristianos, también es escuchar al que no comparte nuestras creencias, intereses o manera de pensar. A eso también nos llama el Sínodo. Por otra parte, “discernir va amarrado a las dos anteriores. Escuchar y encontrar, de alguna manera provocan el discernimiento. ¿Cómo discierno? En el encuentro y en la escucha”.

Por otro lado, el Sínodo también hace el llamado a “superar la plaga del clericalismo” que causa separación y alejamiento entre el cuerpo clerical y los laicos. El documento preparatorio plantea que los pastores, es decir, los obispos, sacerdotes y diáconos “escuchen atentamente al rebaño que se les ha confiado, al igual que pide – la sinodalidad – a los laicos que expresen libre y honestamente sus opiniones”. Sobre esto, el Padre Soto dijo que dejar atrás el clericalismo es “dejar atrás las posiciones de poder absoluto”. Por esa razón, el presbítero exhortó a “abrirnos a la escucha”. “Caminar juntos y escucharnos es dejar atrás el clericalismo. Siempre la escucha derroca el clericalismo. Porque esa escucha nos va llevando a un encuentro y, el encuentro y la escucha van de la mano provocando el discernimiento”. 

En fin, retomando el tema de la ‘Iglesia en salida’ y ‘siempre abierta’, se puede concluir que guarda relación con el encuentro, la escucha y el discernimiento. Porque una Iglesia en salida y siempre abierta propicia el encuentro y la escucha en comunidad y comunión. 

Jorge L. Rodríguez Guzmán 

j.rodriguez@elvisitantepr.com 

Twitter: jrodriguezev 

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