Observatorio astronómico a la vanguardia en Río Piedras
“Loado seas, mi Señor, por el hermano sol… la hermana luna y las estrellas: en el cielo las has formado luminosas, preciosas y bellas…”, escribió San Francisco de Asís en el Cántico de las Criaturas, una alabanza que en el 2025 alcanzará sus 800 años de redacción y que invita a la contemplación de todo lo creado. Con esta visión, el Colegio San Antonio de Padua en Río Piedras ha mantenido por los pasados años su proyecto educativo de El Observatorio Astronómico, que continúa siendo el primero y único en su clase disponible en un centro educativo.
“El observatorio del Colegio San Antonio, la primera característica que tiene, que lo hace diferente, es que es el primero en una escuela superior, de maternal a cuarto año. Había otras escuelas que tenían programas de Astronomía, con telescopios; pero un observatorio equipado, completo, con domo y telescopio interno de gran capacidad: San Antonio”, expresó el profesor Juan Carlos Velázquez quien coordina el proyecto educativo desde su inauguración en 2017.
Entre las principales observaciones astronómicas que se realizan desde el laboratorio, los estudiantes tienen la oportunidad de acceder al espacio de investigación para conocer sobre los planetas, el Sol, la Luna, el cielo profundo, las nebulosas de Orión, entre otros. “Aún por la contaminación lumínica de la zona metropolitana, el equipo profesional, la altura y el domo permiten realizar observación”, explicó el educador.
“La astronomía es una ciencia que lo tiene todo. Tiene las matemáticas, la física, la geometría, números, diferentes temas dentro de la misma materia. Aparte de eso, tenemos una generación estudiantil que son bien tecnológicos… la instrumentación, los equipos profesionales que tenemos es el método para que los estudiantes se motiven en temas de la Ciencia”, reveló el profesor al comentar sobre la estrategia para despertar la curiosidad de los alumnos en el tema.
“San Antonio tiene la característica de ofrecerle a sus estudiantes la experiencia educativa en distintos campos: Bellas Artes, Deportes, Matemáticas, Literatura. Con la adquisición y la implementación del programa de Astronomía y el laboratorio del Observatorio, el Departamento de Ciencias es muy abarcador y es muy importante la práctica”, aseguró mientras indicaba la posibilidad que tienen los estudiantes de llevar a sus hogares préstamos de equipos, tipo binoculares, para realizar ejercicios de observación y asignaciones.
Un detalle curioso del programa de Astronomía es la posibilidad que tienen, tanto profesores como estudiantes, de involucrar las diferentes materias en torno al campo astronómico. “Por ejemplo, los estudiantes de Kínder estaban estudiando el Sol y tuvieron la oportunidad de acceder al domo y ver el Sol por medio del instrumento”, reseñó el profesor René Vega quien es el técnico encargado de los instrumentos astronómicos. Este tipo de educación va acompañada de experiencias de aplicación de matemáticas como lo es el experimento Eratóstenes para medir la circunferencia de la Tierra o el lanzamiento de cohetes, sobre los movimientos de Newton, entre otros.
Dentro de los seis años de observación desde el lugar, se destacan el eclipse total de la Luna de 2019 y la gran conjunción de diciembre de 2021 entre Saturno y Júpiter. Estos acontecimientos estuvieron unidos en trasmisión a otros observatorios alrededor del mundo y locales, como el EcoExploratorio. Entre los eventos que se realizan se encuentra “el día del Sol cenital, en donde desaparece la sombra y la luz solar queda perpendicular nuestra latitud, será el 13 de mayo”, informó Velázquez.
En julio del 2017 recibieron la visita del hermano jesuita, Guy Consolmagno quien es el director astronómico del Observatorio del Vaticano, ubicado en Castel Gandolfo en Italia y con un centro de observación disponible en Arizona, EE.UU.
Dentro de las organizaciones estudiantiles del colegio, existe un club de Astronomía en el cual los estudiantes se entrenan para servir como anfitriones en los eventos abiertos al público y asistir en el cuidado de los equipos y espacios. “Nos encontramos en una fase de entrenamiento. Ellos conocen los equipos, los manejan… Ahora mismo estamos trabajando con el dibujo astronómico que es la forma de documentar histórica antes del avance de la fotografía”, describió el profesor quien siente gran satisfacción al ver el cambio cultural y de aceptación del colegio por medio del Observatorio.
“Como anfitriones guiamos a la gente. Cada una de nosotras nos toca un telescopio y les vamos diciendo lo que pueden ir viendo”, explicó la estudiante Mariela Cepeda sobre su labor como parte del club. Por su parte, la estudiante Patricia Vega compartió que llegó a la escuela animada por el Observatorio, “He aprendido un montón… nos enseñan a utilizar los varios instrumentos, como utilizarlos… como no utilizarlos y como enseñarles a otros”. Finalmente, Natalia Marini se unió animada en experimentar algo diferente: “Me fascinó mucho, porque hablamos del espacio que es muy interesante”. Para seguir las iniciativas, puede seguir la página en Facebook: “Observatorio CSA”.
Jonathan Colón Hernández
Para El Visitante