Son cientos los jóvenes y adultos que se ven en las calles día a día con sus dispositivos celulares, en grupos, pares o individualmente, utilizando el Pokémon GO, un videojuego japonés de alta popularidad extendido a Android y iOS. El juego, que utiliza el Sistema de Posicionamiento Global (GPS por sus siglas en inglés) obliga a sus usuarios a salir a las calles en búsqueda de personajes animados virtuales. Curiosamente varias iglesias en el plano virtual son puntos de “poképarada” o Pokéstop donde habitan estos personajes. Allí frente al campanario o en el jardín del templo van y atrapan un Pokémon. Si la parroquia es un gimnasio (arena de luchas virtuales) los muchachos pasarán horas en batalla virtual. La interrogante es la siguiente: Si ellos van a atrapar un Pokémon o a luchar virtualmente, ¿la Iglesia los puede atrapar a ellos?

Para Fray Ramón “Monchy” Negrón, OFM Cap., esta es una oportunidad de oro para evangelizar a muchos de estos jugadores que salen de sus casas y que tal vez no han visitado la Iglesia desde hace años o nunca lo han hecho. “Es una buena oportunidad porque a través de este tipo de juego, cuando llegan a las iglesias, se les puede acoger con caridad y misericordia”, insistió el fraile.

El sacerdote que ha laborado con jóvenes por años explicó además que se pueden crear las condiciones para ese momento, entregar literatura gráfica atractiva y el contacto real con los que están en el plano virtual. Guardando la sacralidad y finalidad del culto en el interior del templo añadió que la intención debe ser acogerlos con amor para que regresen a la Casa de Dios. “El joven llegó, entró, se le atendió, se le dio el amor de Dios y le gustó. La intención es que regresen no por el Pokémon sino por Jesucristo”, subrayó el fraile.

Papa Francisco invita a salir a las periferias, a entrar en contacto con el prójimo y para Fray Monchy, estos jóvenes casualmente visitarán las áreas aledañas del templo haciendo la distancia muy corta; la reacción de la acogida misericordiosa no puede esperar mucho porque atrapar a Pikachu, Abra, Doduo o Rattata, (personajes del juego) dura solo varios minutos. Máxime en el Año de la Misericordia cuando el Papa ha pedido puertas abiertas.

Por otro lado, dos prelados de Estados Unidos se han expresado al respecto por la red social Twitter. Mons. Kevin Vann, Obispo de Orange County en California, publicó varias fotos editadas con un corte de humor de él mismo en su prédica o en los jardines de la Catedral acompañado de un Pokémon. Además, el Obispo de Green Bay, Mons. David Ricken, sostuvo en la red social: “Tal vez no encuentres a un Pikachu, pero te prometo algo: busca a Jesús y lo encontrarás todo el tiempo. Deja el #PokemonGO, #EncuentraaDIOS”. Y sobre el dato de las visitas a los templos por el juego dijo: “¡Estupendo! ¡Una excelente oportunidad para compartir el amor y la misericordia de Jesús en este Año de la Misericordia!”

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