El pasado 2 de diciembre Cáritas de Puerto Rico, el Banco Santander de Puerto Rico y las parroquias San Fernando Rey y San Judas Tadeo se unieron para llevar suministros que incluyeron comida, agua y artículos de primera necesidad a más de 100 familias en los barrios Galateo y Cruz Quebrada de Toa Alta, que fueron severamente afectados por el paso del huracán María. En estas comunidades unas 120 residencias fueron destruidas y al día de hoy abundan los toldos azules y los escombros.
Además, se entregaron siete filtros industriales para proveer agua limpia a las familias de la zona. Los empleados del Banco Santander ofrecieron una charla sobre cómo utilizar adecuadamente los filtros en sus comunidades.
La actividad culminó con la participación del Coro de Niños de San Juan que deleitó a los presentes con su tradicional Trulla Navideña.
Rafael Vélez, director de Banca de Santander expresó: “Nos sentimos muy felices de poner nuestro granito de arena para que las comunidades puedan salir adelante luego de este gran desastre que hemos vivido. El Banco Santander se reafirma en este compromiso con nuestro pueblo y así ayudar a que Puerto Rico siga saliendo adelante”.
Por su parte, Padre Enrique Camacho, director de Cáritas de Puerto Rico indicó que: “Cáritas de P.R. tiene como norte ser signo de esperanza y misericordia para aquellos más vulnerables y sufridos de nuestro Puerto Rico y luego del paso del huracán María hemos llegado a todos los municipios de Puerto Rico proveyendo ayudas a los más necesitados, con el apoyo de las parroquias en toda la Isla. En total hemos repartido más de 1 millón de libras en alimentos y otros artículos básicos, y más de $2 millones en vales de alimentos”.
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(Cáritas de P.R.)