En el libro de los Hechos de los Apóstoles, tenemos a San Pedro en su constante predicar la Resurrección de Jesucristo, pero esta vez nos indica que, para poder recibir los frutos de la Resurrección del Señor, tenemos que estar convertidos.
En su primera carta, San Pedro comparte que, si unimos nuestros sufrimientos a la Cruz de Jesucristo, participaremos de la Redención de la Cruz.
El Evangelio de San Juan es el único que presenta el discurso del Buen Pastor, el cual Jesucristo lo comienza presentándose como puerta del corral.
Hoy, 4to domingo de Pascua, es el Domingo del Buen Pastor. De la misma manera que tenemos Día de las Madres, Padres, secretarias, etc., hoy es el del Pastor. Día para orar por el Santo Padre, por nuestro Obispo, y demostrar a nuestros párrocos lo mucho que los queremos.
San Pedro es el protagonista de las dos lecturas. En la primera, Pedro no solamente está predicando sobre su acostumbrado tema de la Resurrección de Jesucristo, sino que añade el detalle que tenemos que convertimos para poder disfrutar de los beneficios salvíficos de su Resurrección. Al hacerlo, San Pedro imita a Jesús, porque cuando comenzó a predicar el Evangelio, rompe diciendo “Arrepiéntase y conviértase que en medio de ustedes está al Reino de los Cielos”.
En su primera carta, el Príncipe de los Apóstoles repite el mismo tema de la Resurrección, pero nos dice algo muy importante para nuestra espiritualidad. Según San Pedro, Jesucristo no nos vino a quitar nuestros sufrimientos sino a salvarnos y damos vida eterna. Pero, de la misma manera que Jesucristo sufrió, cada cristiano tiene su cuota de sufrimiento que, al unirlo a los sufrimientos de Jesucristo, nos unimos a su Pasión, Muerte y Resurrección. Y, como dice San Pablo en la Carta a los Romanos, si nos unimos a Cristo en su Pasión, nos unimos a Él en su Resurrección. Cuando pasamos por la prueba del sufrimiento, tendemos a pensar que Dios nos ha dejado de amar, o se ha olvidado de nosotros, y una de las cosas que tendemos hacer es dejar de ir a misa. En el sufrimiento es cuando más nos debemos de unir a Jesucristo ya que el Señor le da sentido y da la fuerza para superarlo.
Jesucristo comienza su discurso del Buen Pastor diciendo que Él es la puerta del redil, del corral. ¿Cuál es el significado de esta imagen? El redil es el Cielo al cual estamos invitados a entrar, pero para nosotros poder entrar tenemos que pasar por Cristo. Es Él quien nos salva, quien nos da vida eterna. Si no seguimos a Jesucristo no podremos entrar. Ya Cristo mismo lo indica cuando se llama a sí mismo como “el Camino, la Verdad y la Vida; nadie va al Padre si no es por mí”. Lo lindo es que Jesucristo, como bien lo dice el Santo Evangelio de hoy, sabe quién lo sigue y quién no. Sabe quién es cristiano y quién es un “mequetrefe”. O sea, Cristo te conoce por tu Nombre y sabe si lo sigues o no. Si quieres entrar al Cielo, Él es la Puerta.
P. Rafael “Felo” Méndez Hernéandez, Ph.D.
Para El Visitante