Imagine que está en la sala de espera de una oficina médica y hace su entrada una mujer vestida con hábito de religiosa, una bata blanca y un estetoscopio que cuelga de su cuello. Sin lugar a dudas, se sorprenderá. Eso es lo que se refleja en el rostro de los pacientes que atiende Sor Nelly Arroyo Vázquez, novicia de las Hermanas Dominicas de Fátima, hasta ahora la única religiosa que es médico en Puerto Rico.
“Estudié medicina en el Recinto de Ciencias Médicas y en 1994 fui a hacer mi internado en el Hospital Dr. Tito Mattei en Yauco. Madre Dominga, fundadora de la congregación de las Hermanas Dominicas de Fátima me mandó a buscar porque sabía que yo tenía una inquietud de ofrecer mis servicios al Señor. Me ubicaron en la casa de la familia López de Victoria para cuidar de una señora. El Señor me utilizó para que mamá pudiera partir al Cielo y que yo me quedara al cuidado de su hija”, precisó.
De otra parte, destacó que mientras estuvo laborando con la familia asignada nunca descuidó su trabajo con las Hermanas Dominicas de Fátima. “Aunque no estaba 100 % en el convento porque tenía oficina para ver pacientes, colaboraba con las Hermanas en el Centro de Servicios Ferrán que ellas tenían ofreciendo servicios médicos. Ahí me enamoré del servicio religioso social que tienen las Hermanas”, indicó.
Sobre su intensión de ofrecer sus servicios al Señor, señaló que aunque decidió estudiar primero medicina, siempre tuvo al Señor presente, “simplemente quería agradecerle al Señor lo que me había concedido. Nosotros (los médicos) somos como una manguera donde se supone que a través de nosotros fluya el Espíritu Santo del Señor, el espíritu de la ciencia porque el que da el espíritu de la ciencia es el Señor. Eso solo proviene de Él”.
Lamentó que en la actualidad hay muchas enfermedades que están relacionadas a problemas de salud mental. Una persona puede padecer de hipertensión pero esto puede estar relacionado a que su hija se casó con un hombre que la maltrata o que su hijo es usuario de drogas. “Entonces como médico no solo ves el cuerpo y los huesos. Te das cuenta que hay una alma, un cuerpo y un espíritu. Ese ser tiene hipertensión porque está sufriendo. Se le pueden dar medicamentos pero esa hipertensión la está provocando un alto nivel de estrés y de sufrimiento”, afirmó.
Añadió que “es ahí cuando tengo que verlo como un ser humano integral y a parte de la medicina tengo que ver la parte emocional de la persona. Tengo que ayudar no solo al cuerpo sino también al alma. Es entonces cuando los enfrento a la realidad no para preocuparlos sino para ocuparlos y ver qué podemos hacer para solucionar la situación”.
Debido a todas estas experiencias en el 2014 Sor Nelly entró de lleno al convento y viste su hábito aunque continúa trabajando como médico de familia. Mencionó que no hizo una especialización porque eso implicaba tener que alejarse de participar de la misa diaria, de retiros y de los servicios médicos que daba en el Centro.
La novicia que recién regresó de República Dominicana donde estuvo en su proceso de formación, anticipó que el 4 de julio hará sus votos temporales y aunque luego deberá esperar algunos años para hacer los (votos) perpetuos, aseguró que ya su decisión está tomada “los que haré en julio son la confirmación de que haré los perpetuos”.
Exhortó a los profesionales y a los que están estudiando a que no se sientan cohibidos ni limitados. “Van a ser plenamente realizados entregando su profesión desde el ángulo que el Señor nos llama a su servicio para que sientan la alegría que uno siente de poner al servicio lo que el Señor nos ha concedido”, puntualizó.
Compartió que son muchos los que se asombran al verla vestida con hábito y con su bata de doctora. Recientemente, participó en una convención de médicos a las que asiste para mantener su licencia al día. “Más de uno me preguntó si estaría a cargo de la invocación y respondí con una gran sonrisa, podría hacerlo, pero en realidad soy médico”, recordó entre risas.
Un ejemplo de entrega y de superación para todos. Que Dios continúe bendiciendo a Sor Nelly y a sus pacientes.
Wao. Impresionante. Me acuerdo de ella muy bien y de su hermanos Margy y Jhonny. Estudiamos en la misma escuela, ella mucho mas joven q yo. Muy seria y responsable. Ya se ve q El Senor la estaba preparando para esta gran Misiin. Dios te bendiga Nelly.