-Sobre la coincidencia litúrgica de la Solemnidad del Sagrado Corazón  

y la Solemnidad del Nacimiento de San Juan Bautista- 

                La Sagrada Congregación para el Culto Divino y la disciplina de los Sacramentos, después de haber sido consultada por quienes trabajan en la preparación de los calendarios litúrgicos, publicó el 11 de mayo del año 2020 sus respuestas a las dudas e inquietudes respecto a las coincidencias litúrgicas que acontecerían durante este año 2022. Resaltaba, entre ellas, la coincidencia de las Solemnidades del Sagrado Corazón de Jesús (que cada año es variable porque se celebra el viernes siguiente al segundo domingo después de Pentecostés) y el Nacimiento de San Juan Bautista (inscrita en el Calendario universal el 24 de junio de cada año).    

                Después de consultar a todos los obispos de la isla y consideradas las respuestas que ofreció la mencionada instancia romana, para la Provincia Eclesiástica de Puerto Rico el calendario se manejó desde la realidad del Oficial Patronato de San Juan Bautista para la Arquidiócesis así como la histórica extensión de ese patronato a toda la Isla. Por eso en nuestra iglesia puertorriqueña se mantendrá la celebración de San Juan Bautista el próximo y cercano viernes 24 de junio. Antecedida por la Solemnidad del Sagrado Corazón trasladada al día anterior; es decir al jueves 23.  

                Este hecho parece haber causado alguna perplejidad no sólo entre algunos de los muchos devotos del Sagrado Corazón que hay en Puerto Rico, sino también entre algunos hermanos sacerdotes que jerarquizan y sobreponen la Solemnidad del Sagrado Corazón como una celebración del Señor y la de San Juan Bautista catalogada con la simpleza de un santo.  

                Cuando se considera el número 59 de las Normas Universales sobre el Año Litúrgico y el Calendario, es posible percatarse que tanto los Santos incluidos en el Calendario general, como las Solemnidades de la Virgen María tienen exactamente el mismo grado litúrgico que las Solemnidades del Señor. Por eso es que cuando el mismo 24 de junio ha caído en domingo (como ocurrió el año 2018) se celebra San Juan Bautista y no el Día del Señor correspondiente en el Año litúrgico; lo mismo cuando el 29 de junio (Solemnidad de San Pedro y San Pablo; como ocurrió el año 2008) o cuando el 15 de agosto (Solemnidad de la Asunción; como ocurrió en el año 2020). Dicho con algo de frialdad, estas solemnidades de la Virgen o de los Santos se han superpuesto a la solemnidad del Día del Señor y no han provocado perplejidad, ni mucho menos una catalogación, por parte de algunos, de “antilitúrgica“. 

                La solemnidad del Nacimiento de Juan Bautista se ha venido celebrando fijamente desde tiempo inmemorial; los sacramentarios más antiguos que se conocen (por ejemplo, el Sacramentario Veronense, que recoge formularios celebrativos de hasta el siglo IV y el Sacramentario Gelasiano que data del siglo VIII) la incluyen en las celebraciones de los santos; así también el martirologio romano (que aunque es del siglo XVI recoge una tradición antigua que hunde raíces más allá del siglo IV). La datación fue fijada por su relación con la Navidad; es decir, el Precursor nace seis meses antes de Nuestro Señor. (Considerando lo contenido en el Evangelio en el diálogo entre el ángel y María: “Ya está de seis meses la que llamaban estéril” Cfr Lc 1, 36).  

                Históricamente no podemos decir lo mismo de la Solemnidad del Sagrado Corazón que es mucho más moderna. Fue el Papa Pío IX quien la introdujo al calendario universal en el siglo XIX siempre con una fecha movible y con la catalogación de fiesta litúrgica. No es hasta la reforma litúrgica de Vaticano II que se eleva a categoría de Solemnidad y queda, como previamente, el siguiente viernes después del segundo domingo después de Pentecostés; es decir, una fecha que todos los años es variable. Como celebración movible este año 2022 en Puerto Rico (y en otros tantos lugares) ha sido trasladada al jueves 23 y no por eso se le resta importancia o se le degrada.   

                Es cierto que numéricamente en Puerto Rico pudiera haber más parroquias o capillas con el Sagrado Corazón como Patrón (ninguna de ellas cabeza de municipio) que aquellas que tienen a San Juan Bautista (donde sí los municipios de San Juan, de Orocovis y de Maricao lo ostentan). De todas formas, no suscitemos discordia alguna, porque no la hay. Es cuestión de una válida, lícita y correcta adaptación litúrgica que sigue las líneas ofrecidas por la Sagrada Congregación del Culto Divino y que requerirá por parte de todos un grado de humildad. El ardiente corazón del maestro es manso y el anuncio del Bautista siempre nos señala un tranquilo cordero. Con mansedumbre y tranquilidad celebremos gozosos ambas solemnidades. ¡San Juan Bautista; ruega por nosotros! ¡Sagrado Corazón de Jesús; en ti confío!               

P. Ovidio Pérez Pérez 

Para El Visitante 

LEAVE A REPLY

Please enter your comment!
Please enter your name here