El primer día del mes de septiembre unos 90 fieles provenientes de la Diócesis de Ponce y pueblos adyacentes llegaron hasta la Catedral Dulce Nombre de Jesús en Caguas como parte de una peregrinación coordinada por la parroquia La Milagrosa de la Ciudad Señorial con motivo del Jubileo por el centenario del nacimiento del Beato Carlos M. Rodríguez Santiago, mejor conocido como Charlie.
Los peregrinos fueron recibidos en las escalinatas de la Catedral por Padre Obispo Rubén González Medina, CMF. Minutos antes de que llegaran los fieles de su Diócesis, conversó con El Visitante y dijo que “es una bendición visitar al Beato en una peregrinación que ha hecho la parroquia La Milagrosa. Venimos a implorar de Dios que por la intercesión del Beato nos anime a ser Iglesia en salida, en movimiento y misionera para ser buenos laicos y buenas laicas”.
Una vez los peregrinos entraron a la Catedral comenzó la misa que fue presidida por el Obispo de Ponce y concelebrada por Padre Sócrate Laupe, párroco de la parroquia coordinadora.
Padre Obispo detalló que Charlie siempre se sentó en el tercer banco y que luego a raíz de su enfermedad optó por irse a la parte de atrás para salir del templo cuando fuera necesario. Señaló la pila bautismal y expreso que “en esta fuente bautismal de fe se inició Charlie como discípulo de Jesús”. Refiriéndose al Cristo crucificado que está al fondo de la iglesia mencionó que, ante esa imagen Charlie tenía un coloquio con Jesús crucificado.
Asimismo, afirmó que Dios nunca llamó a Charlie al sacerdocio, pero fue gracias a sus enseñanzas que dos de sus hermanos consagraron sus vidas al Señor. “Dios lo llamó a ser laico”, reiteró. Igualmente, recordó que “Charlie decía que, para ser santo, había que hacer las cosas que había que hacer y hacerlas bien”.
Una vez finalizó la Eucaristía, María Soledad Piero, guía turística de la Ruta del Beato, dio algunos detalles sobre Charlie. Entre ellos mencionó el fuego que ocurrió en la casa donde vivían el hoy Beato junto a su familia y que esto provocó que tuvieran que mudarse a casa de sus tías.
Sobre el padre de Charlie, comentó que se rumoraba que se había suicidado. Sin embargo, aseguró que tuvo la oportunidad hace algunos años de conversar con Haydeé la única hermana de Charlie que aún vive, y ella le confirmó que su papá no se suicidó, sino que murió de tristeza por estar alejado de su familia.
Luego de ubicar a los presentes en la época en que vivió el Beato, dividió al grupo en dos. Los primeros partieron a iniciar el recorrido caminando por las calles de la Ciudad Criolla. Mientras, el resto visitó el Museo de Carlos Manuel que está contiguo a la Catedral, donde se exhiben varios artículos que le pertenecieron. Posteriormente, los grupos fueron intercalados.
Cabe mencionar, que esta Peregrinación fue coordinada por la Cofradía de las Damas Católicas de la parroquia La Milagrosa por una inquietud de P. Sócrate quien propuso la idea y todos estuvieron de acuerdo. Por su parte, el Dr. Gilvic Carmona quien ayudó a organizarla precisó que “la peregrinación tenía varios objetivos que incluían conocer la vida de Charlie, su historia y vivir esta experiencia en comunidad”.
Encomendó la salud de su nieto al Beato
Elvira Mercado, hizo toda la peregrinación llevando la foto de su nieto Jomar Santiago Romero quien con solo 17 años sufrió un paro renal. “Yo se lo encomendé a Charlie y desde entonces ha mejorado mucho y le han reducido los medicamentos. Quería traerlo para agradecerle a Charlie pero no pudo ser. Por eso traje su foto para que hiciera el recorrido conmigo”, expresó la abuela que confió la sanación total de su nieto al Beato.
Camille Rodríguez Báez
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