Con aires de esperanza y optimismo, la Diócesis de Arecibo amaneció el pasado miércoles, 14 de septiembre con la noticia de que tendrían un nuevo obispo puertorriqueño. Mons. Alberto Arturo Figueroa Morales, hasta entonces Obispo Auxiliar de San Juan, ha sido nombrado como el quinto obispo diocesano en sucesión episcopal desde la fundación de la Diócesis de Arecibo. 

Ese día en que la Iglesia celebraba la Fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz, el Papa Francisco emitió un comunicado desde Ciudad Vaticano donde se anunciaba nuevos nombramientos para la Sede de la Diócesis de Arecibo, al igual que para la Diócesis de Grenoble-Vienne (Francia) y Campo Limpo (Brasil). 

Por su parte, el nuevo Pastor de la Diócesis compartió palabras de agradecimiento y esperanza al Pueblo de Dios a través de una conferencia de prensa que fue convocada para las 10 de la mañana de ese mismo día. “Doy gracias a Dios, en primer lugar; luego a Su Santidad, el Papa Francisco, quien tuvo el bien de nombrarme para servir a esta amada Diócesis de Arecibo como su quinto Obispo desde su creación en 1960. Soy, por tanto, beneficiario y heredero de lo que hicieron mis predecesores. A ellos también les recuerdo con gratitud”. 

Aunque es natural del municipio de Guaynabo, Mons. Alberto añadió que su abuela “murió y fue sepultada en la Ciudad de Arecibo”, poco después de dar a luz a su mamá. Además, fue en la Villa del Capitán Correa donde Figueroa Morales comenzó su vocación sacerdotal como seminarista diocesano, y para la misma diócesis fue ordenado presbítero “hace 32 años”. Luego, entró en la Orden Capuchina, siendo así maestro de novicios por 5 años . “Fueron años muy felices en los que formé parte del presbiterio de Arecibo”, completó. 

Por otra parte, en el año 2010 fue incorporado a la Arquidiócesis de San Juan, al salir de la orden religiosa, y “nombrado administrador –por 10 años– de la Parroquia Santa Luisa de Marillac en Río Piedras. Durante ese tiempo hizo un máster en Derecho Canónico por la Pontificia Universidad de Salamanca en España. En la arquidiócesis de San Juan sirvió como Vicario de Zona y desde 2016 hasta el presente como Vicario General y Moderador de la Curia”. Más adelante, en el 2019 “fue nombrado Obispo Titular de Felbes y Obispo Auxiliar de San Juan por el Papa Francisco”, recibiendo su Ordenación Episcopal el 27 de diciembre de 2019 en la Parroquia Santa Teresita de Santurce. 

“Les pido de corazón que oremos los unos por los otros. Nos ponemos bajo el amparo de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, a quien visité en su santuario para encomendar a la Diócesis. Bajo su manto sé que todos cabemos, porque todos somos sus hijos”, finalizó Obispo Alberto. 

Por otro lado, Mons. Roberto O. González Nieves, O.F.M., Arzobispo de San Juan, expresó a través de un comunicado escrito: “Confiamos que el Obispo Alberto será una gran bendición para la Diócesis de Arecibo; […] que los sacerdotes, diáconos, religiosas, religiosos, seminaristas y fieles de esta diócesis le acogerán una vez más, ahora como su Padre y Pastor. A la vez que le aseguramos nuestras oraciones y cariño; invitamos al pueblo Santo de Dios a acompañar al nuevo Obispo de Arecibo con sus oraciones, cercanía y amor”. 

Asimismo, González Nieves agradeció al Obispo Mons. Álvaro Corrada del Río por “su servicio por los pasados meses como Administrador Apostólico. Sabemos que su gobierno pastoral en dicha diócesis fue esencial para este momento de transición armónica. ¡Qué sea un episcopado de amor, misericordia y perdón de Dios!”, finalizó el Arzobispo de San Juan. 

Sobre el tema relacionado a las comunidades desfavorecidas y los jóvenes de la Diócesis, Mons. Alberto manifestó a El Visitante que primero se dedicará a conocer dichas comunidades y sus situaciones, al igual que con los jóvenes y ponerse a la disposición y servicio de todos, pues “tendrán a su obispo cerca”. A los jóvenes, les animó a continuar “con su interés y su sentido intenso de justicia, su deseo de ayudar a los demás… tenemos mucho que aprender de ustedes. También les pedimos que estén abiertos a aprender de la sabiduría de los que ya han pasado por los caminos que ustedes han pasado. ¡Confíen en Jesucristo! El Señor no abandona a su Iglesia. Tengan fe, vivan en esperanza y que la caridad siempre mueva sus acciones”, concluyó. 

La Diócesis de Arecibo se mantuvo durante los pasados meses bajo la administración apostólica del Obispo Corrada, luego de que Mons. Daniel Fernández Torres fuera relevado “del cuidado pastoral de la Diócesis de Arecibo” durante el pasado mes de marzo. Fernández Torres pastoreó el pueblo de Dios que peregrina en el norte de la Isla por más de una década y trabajó incansable y directamente con y por los jóvenes y las misiones. 

Jorge L. Rodríguez Guzmán

j.rodriguez@elvisitantepr.com 

Twitter: jrodriguezev

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