No es la primera vez que varios estudios e informes estadísticos revelan el aumento de mujeres jefas de familia, principalmente madres solteras, que enfrentan dificultades para criar, educar y proveer el sustento de sus hijos. Así lo confirmó Sor Amárilis Rosario Santos, OP, quien constantemente ve casos como estos en su práctica privada como psicóloga clínica.

“El primer reto que enfrentamos hoy es que cada vez más tenemos madres, jefas de familia, madres solteras, donde es la mujer la proveedora del hogar. Muchas veces cuando no se cuenta con el apoyo de un esposo, eso dificulta más”, indicó.

Aseveró que en muchas ocasiones las opciones de cuido para las madres son limitadas porque carecen de los medios económicos para costearlos. Incluso señaló que en ocasiones la enseñanza de valores puede trastocarse ya que el niño no ve a su mamá como esa figura de autoridad o ejemplo a seguir.

Como consecuencia “esto crea muchos estresores para la mujer, quien de tener trabajo tiene que salir para luego llegar a su casa a continuar con el trabajo del hogar.  Por lo que los niveles de ansiedad y depresión se disparan”.

Reveló que datos recientes indican que unas 165,497 personas padecen de alguna condición mental, en su mayoría mujeres. Advirtió que la reducción de fondos médicos en el plan de salud del gobierno será un agravante ya que limitará el acceso a servicios de salud mental. Sin contar los cambios en el desarrollo de los hijos y las situaciones del hogar.

Recordó que en la década de los 70 en la sala de clases había máximo dos niños de padres divorciados. Contrario a los 80 donde eran la mayoría. Mientras que desde los 90 se está observando un aumento en divorcios y madres que son padre y madre a la vez.

Subrayó que el alcoholismo es otro problema en los hogares, aunque mayormente es el padre quien tiene el problema, también hay situaciones donde es la madre. “Da la impresión de que van a aumentar estos niveles de problemas intrafamiliar, sin descartar la violencia intrafamiliar, no solamente de pareja sino en el núcleo familiar’, aseveró.

Asimismo, lamentó la dependencia social a los fondos federales, ya que los recortes aumentan los niveles de pobreza. A lo que se le suma que “nuestra sociedad es una de consumo y descarte, al no tener una cultura de economía ni tenemos la disciplina de hacer presupuesto familiar. Nos está chocando más fuertemente esta situación de crisis financiera que atraviesa el País”.

Sin embargo, como no todo es gris, Sor Amarilis destacó que siempre hay alternativas y soluciones. Primeramente reseñó que a pesar de todo “tenemos mujeres valerosas que dicen sí a la vida”. A su vez, se definió como parte de las que piensa que los tiempos de crisis son oportunidades. “La crisis ya denota movimiento. Los tiempos de cambio nos ayudan a desinstalarnos y nos ayudan a retomar, a pensar quizás una opción de reinventarse”, insistió.

Recomendó darse valor a sí misma como mujer y como madre, aprender a hacer presupuesto, establecer unidad y diálogo familiar, buscar redes de apoyo en el Gobierno y asesoría para la crianza y educación de los hijos.

“Tenemos que vivir en la esperanza, es momento de ver de qué podemos hacer con lo que tenemos. Reinventarnos es cómo ser creativos, cómo reusar dentro del momento de necesidad que estamos. No todo está perdido”, puntualizó.

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