Una nueva primavera de vocaciones renueva la alegría y la esperanza de la Orden Carmelita con la bendición del Seminario San José en el pueblo de Ciales, que se llevó a cabo el pasado viernes, 4 de agosto, luego de la Santa Misa a las 6:30 p. m. en la parroquia Nuestra Señora del Rosario.
“Hoy, con esta bendición y apertura de nuestro seminario carmelita, nos sentimos alegres, y sentimos que el Señor, con su Espíritu, va suscitando para nuestra Orden y para la Iglesia, buenas vocaciones entre jóvenes de nuestra comunidad parroquial y otras comunidades parroquiales”, expresó en la homilía el Comisario Provincial de las Antillas, P. Jorge Rivera Maldonado.
A la luz de las palabras de Jesús en el Evangelio, “el que tenga sed que venga a mí”, el sacerdote carmelita destacó que quienes consagran su vida a Dios dan respuesta a esas palabras, pues “se acercan a beber de la fuente que es Cristo para calmar la sed espiritual de la llamada”.
Por otro lado, invitó a las familias de los nuevos seminaristas a dar gracias a Dios por el llamado que ha hecho a sus hijos y le instó a la confianza de que, lejos de perderlos, “ganan una gran familia, la familia carmelita”.
Luego de la comunión, se le entregó una vela a cada uno de los postulantes, y todos los presentes se dirigieron al Seminario, ubicado junto a la parroquia, en una procesión en silencio, con el Santísimo Sacramento, para hacer la reserva en la pequeña capilla del convento, bendecir las instalaciones y recibir la bendición final.
Aunque, canónicamente, el seminario que pertenece a la Orden Carmelita en Puerto Rico está situado en la Parroquia Santa Teresita, en Santurce, los frailes que componen el Consejo junto al Comisario Provincial, consideraron la posibilidad de un cambio de ambiente para las nuevas vocaciones.
Es por eso que, luego de cuatro años de que el seminario permaneciera cerrado, precisamente por falta de vocaciones, decidieron habilitar un seminario provisional un poco más alejado del bullicio de la ciudad.
Allí, en una casa acogedora, llena de la sencillez propia del estilo de vida de los Hermanos de la Bienaventurada Virgen María del Monte Carmelo, cuatro postulantes: Renyel Sánchez Ayala, Ian Karlo Figueroa Dávila, Joel Iván Estrada Hernández, Harry William Rosario Pérez, junto a Fray Héctor Luis Cruz Santiago, y el formador, P. Ulrick Saint-Louis, emprenden un camino de crecimiento personal, espiritual y comunitario, junto a María, en la donación generosa y humilde para vivir en obsequio de Jesucristo.
(Vanessa Rolón Nieves)