El Obispo de la Diócesis de Mayagüez, Mons. Ángel Luis Ríos Matos, presidió el pasado domingo, 17 de octubre, la celebración eucarística en la Catedral Nuestra Señora de la Candelaria con motivo de la apertura diocesana de la fase de escucha del Sínodo que ha convocado el Papa Francisco. En una Eucaristía donde hubo representación de todas las parroquias de la Diócesis, al igual que varios sacerdotes y diáconos, el prelado en su homilía hizo énfasis en que el Papa busca que la Iglesia sea “una comunidad con un corazón grande y abierto para los pobres, para los humildes, para los marginados, para los pecadores; porque Dios (…) no quiere la muerte del pecador sino que el pecador se convierta y que tenga vida”.
Asimismo el Obispo compartió que el Papa, por medio del Sínodo, busca que la Iglesia sea verdaderamente “una casa grande para todos los hombres, donde todos se sientan atraídos y no tengan miedo en acercarse sabiendo que van a encontrar en la Iglesia la mano amiga, el corazón comprensivo y la palabra oportuna”. Por esta razón el lema sinodal es Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión.
Con el fin de que entendamos la importancia del Sínodo, Mons. Ángel Luis lo describió como un “organismo de los obispos para aconsejar al Papa para guiar la voz orientadora de la Iglesia y para que Él como supremo Pastor de la Iglesia, y así él con el consejo de sus hermanos obispos, pueda establecer pautas pastorales para el gobierno y para la acción de la Iglesia”.
El Papa ha querido que toda la Iglesia se involucre en la realidad sinodal y por tal razón ha iniciado un proceso de escucha para que todos los fieles tengan la oportunidad de expresar sus opiniones e impresiones. Precisamente ese es el sentido del término sínodo, “que todo el pueblo de Dios caminemos juntos. Una iglesia de comunión, comunión de la Iglesia universal con Dios, comunión de todos los fieles con el obispo de Roma, comunión de todos los obispos con el santo Padre, comunión de todas las iglesias locales y comunión de todos los fieles con la figura del Obispo, comunión de todos los sacerdotes entre sí y comunión de todo el clero de la Iglesia con el pueblo santo para crecer en el Reino de Cristo”. En síntesis, con este proceso de escucha, Francisco procura una Iglesia donde todos seamos tomados en cuenta.
Luego del culminada la celebración eucarística se entregó a los delegados de las distintas parroquias de la Diócesis la proclama de apertura del sínodo. Estos tendrán que llevar las proclamas a sus parroquias y presentarlas en misa solemne que se celebrará en este fin de semana en todas las parroquias de la Diócesis.
- Christopher L. González Rodríguez
Director de Medios de Comunicación Social