El Arzobispo de San Juan y Presidente de la Conferencia Episcopal Puertorriqueña, Roberto O. González Nieves, O.F.M., denuncia enérgicamente los actos de violencia por parte de algunos manifestantes que participaban de una marcha en ocasión del Día Internacional de los Trabajadores donde diferentes sectores del País se movilizaron para llevar a cabo una protesta pacífica denominada “Paro Nacional”.

El Arzobispo expresó que “cuando una protesta se torna violenta y se incurre en actos de vandalismo, deja de ser un ejercicio de libertad de expresión para convertirse en un acto de desorden y delictivo que debe recibir el repudio de toda la sociedad, incluyendo el rechazo de los organizadores del evento: ¡nunca debieron de haber permitido que encapuchados marcharan! Me sorprendió mucho no ver en ese momento de la protesta a miembros del Comité de Disciplina, una grave falta”.

Añadió que “en una sociedad democrática de ley y de orden nunca debe haber una justificación para la violencia, el vandalismo, el caos y la destrucción de propiedad pública y privada, ni mucho menos para la agresión de agentes del orden público”, indicó el Arzobispo de San Juan”.

“Que sepan los agentes de la violencia que no van a intimidar al pueblo puertorriqueño con sus tácticas de violencia, odio y muerte. El pueblo puertorriqueño luchará por sus derechos mediante el diálogo, el mutuo respeto y las manifestaciones pacíficas. Son las únicas herramientas que pueden lograr la justicia y la paz. Repudiamos de todo corazón cualquier táctica de violencia”, mencionó Monseñor Roberto.

En cuanto a los miembros de la Policía de Puerto Rico, el Arzobispo les agradeció por su labor: “Quisiera agradecer a los policías que estuvieron en el evento y por todas las personas a cargo de la seguridad. Agradezco su profesionalismo, disciplina y entereza. Quiero pedir oraciones por aquellos oficiales que resultaron heridos y lastimados por parte de los vándalos. Me solidarizo con ellos”.

“Si bien denuncio, repudio y rechazo esos actos de violencia, por otro lado, quisiera felicitar a todos y a todas aquellas, que representan la inmensa mayoría de los que marcharon, por haberse expresado de manera pacífica y civilizadamente. Esta inmensa mayoría de manifestantes ha demostrado que la inmensa mayoría de los puertorriqueños y puertorriqueñas repudian a la violencia y rechazan a los que proponen la violencia y el caos. Han demostrado que nuestro pueblo no desea marchar por el camino de la violencia y el odio. Puerto Rico es capaz de vivir este vía crucis con esperanza, caridad y sin violencia. Todas las instituciones del País deben apoyar y animar a esta inmensa mayoría de nobles ciudadanos que enaltecen a nuestra amada Patria. Como decía San Francisco de Asís, ‘Seamos instrumentos de paz,’ y recemos por el bienestar de Puerto Rico y la unidad entre todos los boricuas,” concluyó el Arzobispo.

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