Para el Lcdo. Waddy Mercado el amor no puede reducirse a un cómputo matemático. Por eso destacó que es importante que los jueces impongan pensiones balanceadas entre los intereses y las responsabilidades de los padres. “El juez tiene que ser juicioso porque si se piensa que con $50.00 una persona puede vivir o que tres niños pueden resolver sus situaciones básicas con $200.00 al mes, es un reto”, precisó.
Las expresiones del Lcdo. Mercado se dieron como parte de la conferencia Familia ante los tribunales y la Administración del Sustento de Menores (ASUME) que se llevó a cabo a mediados del mes de abril como parte del VII Simposio de la Familia: Familias saludables del Siglo XXI en la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico, recinto de Ponce.
El también exadministrador de ASUME, lamentó el hecho de que muchas veces los problemas que existen entre los padres provocan que los hijos se conviertan en una bola de ping pong. “En unas ocasiones está en un lado, en otras en el otro. Se utilizan (los niños) como conejillo de indias, en otras circunstancias se utilizan como marionetas y entonces al fin y al cabo ellos son los que se afectan porque eso va a ir directamente a la higiene emocional y física de los menores”, reconoció.
Aceptó que, durante el tiempo que estuvo al frente de ASUME, los jueces recibían adiestramientos trimestrales. “Recibían unos talleres porque había que garantizar que esa formación fuera efectiva para que se pudiera prodigar una sensibilidad porque definitivamente no se puede perder nunca la sensibilidad”, manifestó.
Del mismo modo, sostuvo que, durante su incumbencia a través de órdenes administrativas se llevaron a cabo procesos para agilizar lo más posible los casos de modificación o revisión de pensión alimenticia. Esto porque según explicó “no se puede perder de perspectiva ese criterio de razonabilidad en procesos que sean justos y ágiles para propender la mejor posibilidad para que las partes puedan vivir adecuadamente”.
Aseguró que como Administrador de ASUME entendió que la mejor forma de aportar a la paz en medio de la tormenta que viven algunos padres, era buscar la forma que esa pareja que antes se prodigó amor y que ya no existe, comprendieran que es vital que por el bien de sus hijos haya un diálogo y un entendimiento entre ellos porque solo así los menores se sentirán bien y protegidos a pesar de que sus padres ya no vivan bajo el mismo techo.
De otro lado, el Lcdo. Mercado aprovechó para compartir las experiencias que vivió mientras fungió como fiscal. Uno de los testimonios que reveló fue el de una madre que llegó a la escena del crimen donde estaba su hijo muerto. “Un oficial me dijo: ‘Fiscal esa es la madre del occiso’, cuando la miré no estaba llorosa, me acerqué a ella y le pregunté: ‘¿Sabe quién mató a su hijo y me respondió: ‘Yo no j#%*, para que no me j#*@% a mí’”.
También, narró otro caso ocurrido en el 2000 cuando como parte de la investigación entrevistó a una madre que le dijo: “Yo sé quién mató a mi hijo, pero no voy a declarar”. Ante esto lamentó que se haya perdido el apoyo familiar. “No podemos perder el sentido de familia y de hermandad, porque si no vamos a ser un pueblo isla en el que cada cual, es un bunker, cada uno en un espacio cerrado donde el otro no me interesa. Solo voy a garantizar y a satisfacer mis necesidades. De esa forma Puerto Rico no va a echar hacia adelante”, afirmó.
Al final, el Lcdo. Mercado reiteró que “hay que rescatar principios, valores, rescatar el sentido de sensibilidad de solidaridad con los otros para que nuestro País se levante”.