Yavé más que el nombre de Dios es su definición: “Yo soy”; o en tercera persona: “El que es”: eterno, infinito, omnipotente, principio y fin de todo cuanto existe. Recordemos el episodio de Moisés ante la zarza ardiendo: “El que es” me manda… (Ex. 3, 14). La transcripción del hebreo es YHVH (yod, het, vau, het). Son consonantes y se les ha llamado el tetragrámmaton (cuatro letras).

No se sabe, a ciencia cierta, cuál era su pronunciación, pero la que persiste entre los estudiosos es Yavé. Algunas biblias lo trascriben con sus dos ‘het”: (Yahveh) o con una sola (Yahvé). Pero hay que advertir que el español no admite en su morfología la “h” cerrando sílaba. Por eso yo lo transcribo siempre sin esas “haches”, que son una especie de cultismo vicioso, y pongo “Yavé”.

Esa palabra era tan solemne, que solamente el sumo sacerdote, y en funciones, la pronunciaba una vez al año. Los demás, cuando se encontraban con ella leían YHVH, pero pronunciaban “Adonay”. (Como si nosotros, al leer la palabra “Dios”, pronunciásemos la palabra “Señor”, que eso significa Adonay).

Cuando los masoretas, un grupo de estudiosos judíos, intentan recuperar el texto hebreo del Antiguo Testamento hacia la mitad del siglo X, inventan también unos signos vocálicos, que intercalan con las consonantes.

Los masoretas veían escrito YHVH y oían Adonay. Como las consonantes ya estaban escritas, ellos añaden los signos vocálicos inventados. De ese modo, nos quedaría YaHoVaH. Pero, porque no oyeron bien, porque después de 1,400 años ya no se pronunciaba Adonay, sino Edonay (no lo sabemos)…, lo cierto es que ponen en la primera vocal el signo de una “e”, y por eso quedó YeHoVaH. De ahí jehová, que yo escribo siempre con minúscula por ser fruto de un artificio lingüístico, todo lo explicable que quieras, pero lingüísticamente injustificable. Las primeras versiones bíblicas que usan este término lo hacen bien entrado el siglo XVI.

Que quede claro que cuando ahora los testigos, adventistas, pentecostales… afirman categóricamente que ese “jehová” es el término bíblico de Dios, tienen que admitir que entró de rondón en la Biblia unos 1400 años tarde. ¡El término originalmente bíblico es Yavé, no jehová!

frirevilla@hotmail.com

P. Isaías Revilla O. S. A.
Para El Visitante

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