Uno de los escritores católicos más prolíficos que dio el siglo XX lo fue José Luis Martín Descalzo. Con cinco novelas, 28 libros de ensayos -entre ellos la famosa serie Razones y sus estudios biográficos sobre Jesús-, cinco obras de teatro, tres colecciones de cuentos, y 12 poemarios.Este escritor español conmovió los corazones de miles de lectores a todo lo largo y ancho de toda Iberoamérica.

Sin embargo, entre su extensa obra publicada, ha ganado un lugar particular el último libro de poesía que publicó: Testamento del Pájaro Solitario. Con el paso del tiempo, este sencillo libro de cuatro partes, que alimenta muchas de sus páginas con diversos sonetos, se ha convertido en una especie de autobiografía personal. En la introducción que acompaña el mismo, el propio Martín Descalzo manifiesta: “El primero de los libros que publiqué —hace ahora treinta y tantos años— se titulaba ‘Un cura se confiesa’. Este último podría titularse ‘Un alma se confiesa’, porque es, en realidad, el más autobiográfico, el más interior, de cuantos escribí”.

Bajo la influencia de San Juan de la Cruz, autor que leía sin descanso, y mientras se encontraba en su etapa final de diálisis, Padre José Luis fue elaborando un tapiz poético orgánico, en el que la búsqueda constante de Dios y de la belleza se enhebra con la reflexión existencial. Los poemas de estas páginas, cual si fueran piezas de un mosaico o un rompecabezas, requerían “ser leídos como conjunto, contrapesándose los unos a los otros”; intento apalabrado y artístico de quien aspiraba a unir, según sus propias palabras, lo clásico y lo moderno.
Testamento del Pájaro Solitario comenzó a circular en las librerías en abril de 1991, y dos meses después su autor, el Padre José Luis Martín Descalzo, fallecía. Sirva esta muestra de su poesía que El Visitante comparte con sus lectores como homenaje a este entrañable autor. Con la misma queremos, además, extenderle a usted una invitación personal para que conozca algo más acerca de la obra de este escritor, un sacerdote católico español que siempre estuvo disponible para la Iglesia.

No quiero finalizar sin dejar de agradecer al hermano cursillista Felito Rodríguez y al líder comunitario Luis Ángel Pérez, haberme presentado diversos aspectos de la obra de José Luis Martín Descalzo.

Muestra poética de “Testamento del Pájaro Solitario”, 1991.
del Padre José Luis Martín Descalzo (1930-1991)

Yo minúsculo ser de plumas y de llanto,
a los sesenta años de mi edad,
y en pleno uso de mis facultades mentales,
como suele decirse,
ante el Dios que invisible me escucha,
ante la primavera que vendrá dentro de seis meses y
no sé si veré (pero que está viniendo, sí,
y cuyos pasos escucho ya si aplico mis oídos al suelo),
ante la luz que canta y afirma en mi ventana,
ante todos los dolores que —incluidos los míos—
incendian el planeta, quiero confesar mi certeza de que he sido amado,
de que lo soy, de que todos los vacíos que tengo
acaban construyendo cada día un gozo diminuto y
suficiente.
Quiero confesar que he sido y soy feliz,
aunque en la balanza de mi vida
sean más los desencantos y fracasos,
porque, aunque todos se multiplicasen,
aún no borrarían la huella de tus besos.
*
Nunca podrás, dolor, acorralarme.
Podrás alzar mis ojos hacia el llanto,
secar mi lengua, amordazar mi canto,
sajar mi corazón y desguazarme.

Podrás entre tus rejas encerrarme,
destruir los castillos que levanto,
ungir todas mis horas con tu espanto.
Pero nunca podrás acobardarme.

Puedo amar en el potro de tortura.
Puedo reír cosido por tus lanzas.
Puedo ver en la oscura noche oscura.

Llego, dolor, a donde tú no alcanzas.
Yo decido mi sangre y su espesura.
Yo soy el dueño de mis esperanzas.
*
Antes que sus amigos, se enteraron
de su muerte las cosas, las queridas
cosas que tanto amó, que, sorprendidas,
a su cuerpo caído se acercaron.

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