Septiembre se distingue por marcar el pico de la temporada de huracanes. En el caso del Atlántico, las altas temperaturas de los océanos desarrollan las condiciones óptimas para la formación de estos sistemas.
Según el Dr. Rafael Méndez Tejeda, climatólogo, el Centro Nacional de Huracanes estimó que para este año se formarían entre 11 y 17 sistemas, de ellos cinco a nueve serían huracanes y debería haber entre dos a cuatro huracanes fuertes. Aclaró que el Centro Nacional de Huracanes cuenta como sistema la depresión tropical, la tormenta tropical y el huracán.
Por la cantidad de energía que se encuentra en los océanos se espera que los huracanes cada vez sean más intensos aunque eso no significa que haya más. El experto explicó que “puede venir un huracán categoría 1 y de un día para otro pasar a categoría 3 o 4”. Recordó que el 2005 fue el año con la temporada récord al tener 28 huracanes y ninguno tocó a Puerto Rico. “Que haya muchos no significa que nos toque alguno, ahora puede ser que con uno solo nos fastidiemos”, sostuvo.
Además de que los daños varían en la medida en que el ciclón toque terreno o no, el impacto también dependerá del lado del huracán que toque el territorio. A pesar de que lo normal es que la parte noreste es más intensa que las demás, al trasladarse con rotación no hay una receta que precise ni el lado con el que golpeará ni los daños que provocará.
Respecto a la preparación el también catedrático en la Universidad de Puerto Rico, recinto de Carolina dijo que todo el mundo sabe lo que son las temporadas de huracanes. “Miren señores a nadie se le dice cuándo es Navidad. Todo el mundo sabe que cuando llega Navidad hay que sacar el arbolito, la guirnalda, el Papá Noel, los Reyes Magos. Cuando llega la temporada de huracanes, usted sabe que tiene que hacer lo mismo”, comentó.
Sugirió que esté preparado con víveres desde el inicio de la temporada, pero para efectos de proteger la vivienda se puede esperar a que el huracán pase el arco de las Antillas. “Ahí hay de 48 a 72 horas para prepararse. Y como se supone que por la época tenga provisiones, 3 días es más que suficiente para prepararse”, señaló.
Subrayó que saturar a la ciudadanía con información sobre el sistema en ocasiones provoca malestar. “Al anunciar tanto el huracán llega el momento en el que yo he escuchado a la gente reclamando por qué no pasó. Porque después de que se prepararon quieren que pase. Lo que la gente no entiende es que lo peor del huracán no es cuando el huracán está, es después del huracán, que está el desastre. Cuando el huracán pasa dura 8 o 10 horas, pero después te quedas sin agua o luz cuatro o cinco semanas, hay que recoger escombros, hay escasez de alimentos. El impacto del huracán se siente después y no cuando está”, advirtió el experto.
Son tres los términos utilizados para identificar el orden de los llamados ciclones tropicales, se les llama así porque completan un ciclo. La lista comienza con la depresión tropical que es un disturbio inicial que tiene un centro de baja presión que comienza a generar nubes y ciertos vientos, estos van de 0-38 millas por hora. A este sistema se le asigna números en secuencia para efectos de identificación.
Le sigue la tormenta tropical, donde las nubes pasaron el proceso de formación y están aumentando. Tiene un centro definido, normalmente los vientos son de 39-73 millas por horas. En esta categoría es que se le asigna nombre para identificarlo.
Cuando los vientos alcanzan las 74 mph o más se le llama huracanes. Estos tienen nubosidad y vientos organizados y circulan en forma de espiral alrededor de un centro definido de baja presión, con tronadas o tormentas eléctricas. Se clasifican en categorías desde la 1 hasta la 5 donde los vientos superan las 157 millas por hora. Actualmente no existe una categoría superior por lo que solo se les reconoce como un huracán de una intensidad mayor. No obstante, Méndez Tejeda indicó que se está discutiendo seriamente sobre crear una súper categoría por los llamados súper huracanes.