“La Confirmación me cambió por completo. Para mí confirmarme fue estar un poco más cerca del Señor que con la gracia del Espíritu Santo me hiciera un cristiano fiel a la Iglesia y a los Mandamientos del Señor. Al confirmarme me sentí más confiado y más seguro. Confirmarme fue una verdadera forma de mejorar mi estilo de vida, mi forma de pensar y ver las cosas y de entender a otros,” expresó Yosiel Alicea González, de la Catedral Dulce Nombre de Jesús de la Ciudad criolla.
La Catedral Dulce Nombre de Jesús fue la sede que recibió al grupo de jóvenes y adultos de cuatro parroquias de la Diócesis que recibieron el sacramento de la Confirmación, el pasado 2 de mayo. Los confimados eran de las parroquias: San José de Gurabo, Nuestra Señora María Madre de la Divina Providencia, María, Madre de la Iglesia y de la Catedral, todas en Caguas.
Monseñor Eusebio Ramos Morales, Obispo de la Diócesis presidió la Eucaristía acompañado de los clérigos de las parroquias antes mencionadas que concelebraron junto a él, que se llenó de alegría y entusiasmo cuando los confirmados recibieron el Espíritu Santo.
Para Fabián González Mejías, de la comunidad de la Catedral confirmarse fue “un llamado a compartir la Palabra y aplicarla en la vida. Un acercamiento con Dios y recibir el Espíritu Santo. Culminar varios años de preparación para emprender un camino de madurez en la fe y asumir con mayor radicalidad el proceso de Dios en la vida de estos hermanos nuestros que han manifestado el deseo de ser testimonio en nuestras comunidades”. Mientras, Lourdes María Huaman de la parroquia Nuestra Señora María Madre de la Divina Providencia, indicó que vivir este momento fue reconocer a Dios como su único salvador y que su Espíritu ha sido derramado sobre su persona. “Fue contemplar la vocación a la que ha sido llamada”, comentó.
Al final Mons. Eusebio les exhortó a no perderse dentro del mundo de las redes sociales y continuar la vida encarnada en las relaciones reales que provee la familia, los amigos y la Iglesia. “Una nueva oportunidad se presenta a cada uno de estos jóvenes para ser parte de la vida de sus comunidades”, concluyó.
(P. José Ramón Figueroa Sáez)
