El silencio y la obediencia de un personaje bíblico, las tradiciones, la talla de madera y la piedad de un pueblo -y la del Papa Francisco- convergen en San José. Él es modelo para el esposo, padre, trabajador, para la buena muerte y la Iglesia Universal. Aunque no era padre natural de Jesús, su responsabilidad fue grande: Adoptar y asumir la paternidad legal del Hijo de Dios, ser esposo de la Virgen María y protector de la Sagrada Familia. De hecho, fue un hombre trabajador, carpintero de profesión, nombrado como “justo” (Mt. 1, 19). Y Jesús fue llamado “hijo de José” (Mt. 12, 55).

A pesar de estas virtudes y titularidades que la Iglesia le reconoce, es llamado el Santo del Silencio porque, aunque aparece en varios momentos del Evangelio no se le conocen palabras, solo sus obras producto de su profunda fe y amor. En definitiva, queda claro que fue un hombre elegido por Dios para una misión muy especial.

Para Padre Yamil A.Velázquez Fonseca, párroco de La Asunción de Cayey, el santo es la figura del esposo fiel que se sacrifica, la figura del hombre que obedece la voluntad de Dios en las pequeñas cosas, que discierne, que hace la diferencia en el silencio y sin alardear o buscar protagonismos. “San José es el patrón de la familia, el esposo de la Virgen, el padre adoptivo de Jesús. Estamos acostumbrados a escuchar las figuras heroicas en la Biblia, las que transformaron grandes momentos. San José se nos presenta como un hombre que responde a la invitación del Señor y luego desaparece”, reflexionó el párroco.

San José y el Papa

Papa Francisco inició su ministerio petrino precisamente el 19 de marzo de 2013, durante la Solemnidad de San José, por quien ha expresado sentir una profunda devoción. Lo que describió como “una coincidencia muy rica de significado”.

“También el Papa, para ejercer el poder, debe entrar cada vez más en ese servicio que tiene su culmen luminoso en la cruz; debe poner sus ojos en el servicio humilde, concreto, rico de fe, de San José y, como él, abrir los brazos para custodiar a todo el Pueblo de Dios y acoger con afecto y ternura a toda la humanidad”, dijo el Papa.

Durante su viaje a Filipinas (2015), reveló uno de sus secretos como Pontífice con el Santo del Silencio: “Yo quiero mucho a San José porque es un hombre fuerte de silencio. En mi escritorio tengo una imagen de San José durmiendo y durmiendo cuida a la Iglesia. Sí, lo puede hacer, lo sabemos”. ■

Enrique I. López López
e.lopez@elvisitantepr.com
Twitter: @Enrique_LopezEV

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