Los cambios de temperatura del frío al calor o viceversa, pueden provocar resfriados o catarros. Esta es una infección contagiosa que ataca el sistema respiratorio. La diferencia de este con la gripe es que esta última tiene síntomas más fuertes que incluyen fiebre alta. Además, que el tiempo de recuperación es mayor.
Los síntomas más comunes del resfriado son: estornudos, congestión nasal o sensación de nariz tapada, picor y dolor de garganta, tos, dolor de cabeza y ojos llorosos. Si tiene alguno de estos, a continuación presentamos remedios caseros que le ayudarán a sentirse mejor.
Miel de abeja y limón: es una combinación clásica para aliviar el resfriado. Puede tomar una cucharadita de miel con el jugo de medio limón o mezclarlos en un té caliente. El líquido caliente le ayudará a aliviar el dolor de garganta.
Si tiene la sensación de que su nariz está completamente tapada coloque una olla con agua y agregue algunas hojas de eucalipto. Espere que hierva y apáguela. Con precaución acérquese a la olla y respire sus vapores. Puede colocar una toalla alrededor de su cabeza para concentrar el vapor.
Si siente malestar general de estornudos con dolor de cabeza, la miel con leche caliente es una alternativa. Esta opción solo es recomendable cuando no hay mucosidad o flema.
De otra parte, si tiene dolor de garganta, el bicarbonato de sodio es otro de los grandes aliados para curarlo, pues ayuda a minimizar los daños y heridas que pueden surgir durante un resfriado. Agregue en un vaso de agua tibia una cucharada de bicarbonato y haga gárgaras con este preparado tres veces al día.
También, puede hacer gárgaras con limón y sal. Caliente el agua a una temperatura que pueda resistirla, añada bastante sal y unas gotas de limón. Se recomienda que no ingiera líquidos fríos hasta que no pase por lo menos una hora.
Otra opción para aliviar el dolor de garganta, es hacer gárgaras con vinagre blanco y miel. Incorpore los dos ingredientes y haga gárgaras. De seguro en unos días el dolor desaparecerá.
Del mismo modo, se recomienda consumir caldo de pollo y tomar muchos líquidos, en especial agua y jugos para que la mucosidad acumulada sea más ligera y por ende se elimine fácilmente.
Finalmente, se recomienda que además de utilizar alguna de las alternativas antes mencionadas, debe descansar adecuadamente para lograr recuperarse más rápido y poder así reintegrarse a sus tareas cotidianas.
(Fuentes: Varias).