Las relaciones de pareja al igual que la vida evolucionan con el paso de los años. Por eso podrá encontrar parejas que llevan 50 o 60 años de casados, y otras que a pesar de ser adultos mayores apenas tienen 5 o 10 años de estar juntos. Sin importar el tiempo que lleven compartiendo hay que destacar que las relaciones amorosas en esta etapa de la vida adulta son saludables.
“Que en los 50, 60 e incluso en más edad se pueda tener un compañero o compañera de vida propicia el bienestar del ser humano, la motivación, emociones, alegría por la vida y el disfrutar juntos”, confirmó la Dra. Ana Plaza Montero, coordinadora de internados y prácticas clínicas del Colegio de Estudios Graduados en Ciencias de la Conducta y Asuntos de la Comunidad de la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico en Ponce.
Mencionó que existen tres dimensiones básicas de la relación de parejas. La primera, la intimidad, que es el sentimiento de tener un vínculo afectivo con la pareja o con la persona amada. “Esto implica promover el bienestar del otro, la comprensión mutua, una comunicación saludable y fluida, compenetración con el otro, el compartir emociones, valores, gustos, y actividades, entre otras cosas”, enfatizó la también psicóloga clínica.
A esto le sigue la pasión que hace referencia a la experiencia de necesitar a otro y deseos de estar con otro. “Esto puede implicar lo que es la actividad sexual”, indicó. Por último, está el compromiso “que se refiere a la decisión de mantener la relación con la otra persona, incluye la disposición de mantener la relación afrontando dificultades o conflictos que puedan surgir”.
Añadió que en el adulto mayor hay un cuarto elemento que no se ve necesariamente en parejas jóvenes “tiene que ver con el respeto y sentimientos de responsabilidad entre la pareja. Los adultos mayores se preocupan mucho por el otro, se ayudan y están pendientes del bienestar del ser amado”.
Precisó el hecho de algunos matrimonios donde el compromiso de ser padres está por encima del de ser pareja. Por eso recomendó “cultivar y fortalecer su relación en todas sus etapas para que no se sientan como extraños cuando los hijos ya no estén”.