Si miramos dónde estamos, ¿sabremos cuál es la verdadera realidad que ve cada persona de la población mundial en torno al COVID-19? ¿Por qué tantos nos mandan a quedarnos en casa? Todos hablan del virus; cómo se comporta, de dónde salió, cuál es el reto para los especialistas de la salud, de los negocios, para los educadores, para los políticos, para los agentes de seguridad, para la prensa, para los miembros de la familia en cada edad. ¿Cómo nos ha cambiado la vida? ¿Es el COVID-19 una realidad “real” para todo el mundo?
La cura del sufrimiento creado por la mente
La “realidad” del COVID-19 nos servirá en este momento que envuelve a tanta gente, para demostrar que la causa del sufrimiento es la actividad mental, o sea, la construcción de “pensamientos” de distinta índole. En algunas ocasiones cuando la mente esta en reposo, todo está bien, hay paz, alegría y amor para nosotros y podemos transmitir paz, alegría y amor para los que nos rodean. Otras veces, la mente comienza a actuar; elabora pensamientos sobre la gente, sobre las situaciones, establece juicios, evaluaciones, diversos y variados pensamientos que han pasado por el filtro de cómo la persona ha sido enseñada a ver la realidad, a seguir unos principios impuestos quizás por una autoridad, que si bien pudieran seguir el “bien”, pudieran también seguir principios egoístas, materialistas, de violencia, de bienestar para unos pocos creando pobreza y dolor para una mayoría.
La mente crea sufrimiento al construir pensamientos que son el resultado de visiones, evaluaciones, juicios y confrontaciones, creados por la mente que no actúa libremente, sino con prejuicios, influenciados por autoridades, amistades, valores de la cultura y de los medios de comunicación, que no dejan a la persona razonar libremente en verdad, justicia paz y amor.
Después del COVID, ¿qué sociedad humana nos ha encomendado el Creador en estos momentos construir este tiempo? ¿Qué valores promover? ¿Cómo vivir con otros que no me caen bien, con aquellos que por su condición de pobreza, enfermedad y vicisitudes representan una oportunidad para que yo crezca y gane ventajas y posiciones en la vida? ¿Cuál es la “NUEVA VIDA” de la que sea habla trajo Jesús?
En este tiempo de encerramiento, en que hemos disfrutado la Pascua de Jesús a través de los medios de comunicación y en las casas, hemos podido conocer Su visión y realidad de vida. Jesús nos enseñó que no todo es color de rosa y ha sabido enfrentar los retos de la vida con el Amor más grande, dando Su Vida para salvarnos, haciendo posible la Vida Eterna para todo hombre.
Ya pronto Pentecostés nos recordará la misión de Jesús, que es ahora nuestra misión, llevar la nueva de la nueva vida al mundo.
Por Luz Palmira Burgos, MER, PUCPR
Para El Visitante