Todas las parroquias de los pueblos que componen la Diócesis de Mayagüez peregrinaron hasta la Basílica Menor Nuestra Señora de la Monserrate en Hormigueros. El motivo fue la apertura de la Puerta Santa de la Misericordia y el lanzamiento de la Misión Continental. Fue también peregrinación penitencial.

La Diócesis de Mayagüez realizó el lunes 15 de febrero su caminata penitencial y peregrinación a la Basílica Menor Nuestra Señora de la Monserrate en Hormigueros. El primer lunes de Cuaresma los fieles de la Diócesis, reunidos a las 8:30 a.m. en el puente que cruza la carretera #2 en Hormigueros iniciaron el recorrido hacia la Basílica. La caminata coincidió con dos eventos sumamente importantes para la fe católica: la apertura de la Puerta Santa y el lanzamiento oficial de la Misión Continental en la Diócesis. El obispo de la Diócesis S.E.R. Monseñor Álvaro Corrada del Río, S. J., lideró la peregrinación acompañado de una gran cantidad de sacerdotes, diáconos y seminaristas de todas las parroquias de la Diócesis mayagüezana. Caminamos la trayectoria de aproximadamente un kilómetro con el rezo del Santo Rosario y entonando himnos marianos. Miles de fieles inundaron las calles de Hormigueros bajo el intenso sol hasta llegar a la Basílica.

Allí se llevó a cabo la primera parte de la celebración, la apertura de la Puerta Santa de la Misericordia. Con el rito correspondiente quedó abierta la Puerta Santa para lucrar indulgencia plenaria. Ello conforme a la Bula del Papa Francisco que convoca el Año Santo del Jubileo de la Misericordia. Al abrir esta puerta, la última de cinco en la Diócesis, Hormigueros se une a Mayagüez, Maricao, Aguada y Cabo Rojo en tener en sus parroquias la Puerta Santa para implorar la Misericordia Divina. Para continuar el señor obispo pasó a la parte posterior en el exterior de la Basílica para dar paso a la celebración de la Santa Misa. Sí, en el exterior y aún más, al otro lado de la calle donde se habilitó el altar en las escaleras de la oficina parroquial. Esto se debió a que la multitud presente era tan grande que ocupó todos los alrededores de la Basílica, su interior, el estacionamiento e inclusive la calle que transcurre por la parte de atrás del templo. Una multitud llena de fe, que desafió el candente sol para escuchar el mensaje de misericordia que tenía preparado Monseñor Corrada.

La homilía del obispo llenó el ambiente de esperanza y de ánimo. La misma hizo referencia a las lecturas del día, propias del tiempo cuaresmal, pero haciendo hincapié en el llamado a ser misericordiosos y a no tener miedo al momento de anunciar y defender el Evangelio. Llamó a la concordia entre hermanos cristianos y a su vez a salir a la calle a llevar la fe católica a cuanto lugar se pueda llegar haciendo referencia al Evangelio de san Marcos 16, 15, “Vayan por el mundo entero y anuncien el evangelio”.
Se prosiguió con la consagración del pan y el vino y la distribución de la Santa Comunión, tarea que recayó sobre una veintena de sacerdotes presentes que tardaron un tiempo considerable en distribuir las Sagradas Hostias a todos los fieles ávidos para comulgar mientras se escuchaban los cánticos a cargo del coro de la Parroquia Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa de Aguadilla.

El final de la Santa Misa fue dedicado entonces al lanzamiento de la Misión Continental en la Diócesis, iniciativa que cubre todo el continente latinoamericano. El propósito de la misma es llevar la Buena Nueva a la mayor cantidad de gente y lugares posibles comenzando por las visitas a distintas plazas públicas de los pueblos.

Definitivamente una peregrinación digna de recordar por todos los fieles de nuestra Diócesis. Sobre el pueblo de Hormigueros vuelve a manifestarse la misericordia del Padre.

Leonel Oramas
Oficina de Medios

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