Yabucoa fue uno de los pueblos por donde el vórtice del huracán María embistió con toda su potencia. Agua potable, compras, ropa, visitas a las comunidades, clínicas de salud y hasta veterinarias describen la realidad de la parroquia Santos Ángeles Custodios que lejos de detener su agenda por falta de agua potable o luz eléctrica, intensificó sus esfuerzos.
Para Padre Miguel De Ángel Ramírez, párroco, este tiempo ha sido de reflexión y acción con el necesitado. “Para nosotros ha sido un tiempo de reflexión porque el huracán nos ha transformado y golpeado, pero hemos promovido en el pueblo, en la parroquia, un sentido de unidad, servicio y descubrir las nuevas lecciones que Dios quiere para nosotros”, apuntó el párroco. Para esto la parroquia ha organizado actividades en respuesta a ese llamado de suplir las necesidades y levantar el ánimo. “Entre nosotros hay laicos y laicas que, con tiempo, voluntariado y deseo de imitar a Cristo nos han ayudado”, subrayó P. Miguel.
Parroquia impacta a 3 mil familias
Pía Cruz Vega, coordinadora de la Comisión de Caridades de la parroquia, describió el catálogo de actividades a beneficio de las comunidades yabucoeñas, para católicos y no católicos. Para tener una idea, con un bazar suplieron a 500 familias con ropa para infantes, niños y adultos. El centro de acopio parroquial ha distribuido agua, comida y artículos de primera necesidad. “Allí organizamos, empacamos y luego vamos a la comunidad y entregamos la ayuda”, sostuvo. El promedio de ayudas entregadas por la parroquia supera las 3 mil familias.
Entre los que han suplido ayuda se encuentran: Cáritas de P.R., parroquias en Chicago, Missouri y Tennessee, Sam’s Club, Farmacia Feliciano, los Bomberos de Nueva York, Elizabeth Figueroa y muchos otros. Se han trabajado cuatro clínicas de salud con la asistencia y ayuda de la enfermera epidemióloga Luz Delia Sánchez, farmacias, laboratorios y dos médicos de Yabucoa, Muslims for Humanity, Heart to Heart y el Hospital Raider. Además, una clínica veterinaria coordinada con Ecus Plaza donde se vacunaron 300 mascotas gracias al apoyo del Dr. José De Ángel, Dr. Pérez y la Dra. Piñero.
Primera respuesta…
Del mismo modo, María Cristina Muñoz quien se ha encargado de diligenciar ayudas a la comunidad con visitas por las zonas más inaccesibles e incomunicadas del pueblo, explicó que el proceso con las comunidades es directo. Son las personas de la comunidad las que indican los hogares más devastados y los casos de mayor necesidad. Además, la información que le llega al párroco, los coordinadores, ministros extraordinarios de la Comunión y la Oficina de Base de fe, con la capellana Lilian Martínez.
A María Cristina y su equipo les ha tocado la tarea de diligenciar asistencia en comunidades. En playa Guayanés asistieron a 21 familias, en el sector La Pica a unas 50. Así sucesivamente por todo el litoral de Yabucoa. No solo con suministros, sino con acompañamiento. “Nos enfocamos en las palabras de nuestro párroco. ‘Donde hay tristeza vamos a llevar alegría; donde hay sed, llevaremos agua; donde hay un hambriento, llevaremos comida’”, expresó.
Nació un comedor parroquial
Sobre el ejercicio masivo del comedor parroquial que sirve almuerzo 3 días a la semana en el salón parroquial, la coordinadora del comedor, Yolanda Pérez Navarro describió: “Para poder seguir los pasos de Jesús hay que poner en acción sus enseñanzas”. La iniciativa surgió de la reflexión después de la homilía dominical luego del huracán. “No podemos ser indiferentes ante el dolor del hermano. Especialmente, en la comida”, se limitó a decir la mujer que dedica su trabajo al servicio de sus hermanos yabucoeños.
Ante la falta de alimento o medios para poder cocinar, comenzaron la iniciativa sin grupo o voluntarios. Padre Miguel hizo el llamado por radio y en las misas dominicales. La meta: dar de comer a 100 personas. El primer día llegaron a 120, y luego paulatinamente aumentó a 510. “Dios hizo un milagro porque la comida llegó”, expresó Yolanda mientras resaltó la labor de los jóvenes de la Iglesia que quisieron ser parte de la iniciativa.
Cabe destacar, que Padre Miguel utilizó las ondas de Radio Victoria 840 AM para llevar esperanza al pueblo. “Desde mi incomodidad salgo a la incomodidad del otro, nos convertimos en un bonche de incómodos para decidirnos a hacer algo mejor y servir al otro. Tenemos que tener esperanza. Se han celebrado bodas, bautismos y funerales”, dijo.
Finalmente, adelantó que se planifican actividades para niños, jóvenes, otras clínicas de salud y clínicas veterinarias; que la Iglesia no descansará y continuará con su labor.