En el día de San Francisco, el Pontífice elige esta fecha para llevar personalmente conforto a las víctimas de Amatrice.
El Papa Francisco este martes 4 de octubre en la mañana sorprendió a todos con su decisión, a primera hora de la mañana, de tomar un automóvil y trasladarse desde el Vaticano a Amatrice, pequeña ciudad del centro de Italia arrasada por un terremoto el pasado 24 de agosto.
“Como un sacerdote, como un obispo, como Papa”, así lo quiso y salió a primera mañana, sin avisar a políticos prontos a robarse una foto y aprovechar el momento.
“No quería dar fastidio, por eso he querido dejar pasar un poquito de tiempo […] pero, sentí que debía venir desde el primer momento”, dijo Pontífice que había prometido visitar a las víctimas de la calamidad natural y ha comenzado saludando a los niños y jóvenes en compañía del Obispo de Rieti, Domenico Pompili.
El Obispo de Roma despistó a los periodistas. Por eso, nada de helicóptero. En silencio se detuvo en la ‘zona roja’ de Amatrice, el centro histórico en ruinas, para rezar por los socorredores, los damnificados y los 300 muertos del terremoto.
#PopeFrancis greets more than 100 school children at #Amatrice #PapaFrancesco #solidarity #mercy pic.twitter.com/wvSOHlkUFv
— Greg Burke (@GregBurkeRome) October 4, 2016
La primera etapa ha sido a la escuela-conteiner, San Cipriano de Amatrice, que recibe a cien estudiantes, destruida por la fuerza de la naturaleza y colocada en estructuras prefabricadas de aluminio.
“Después de tanto dolor, mi visita a lo mejor era más un estorbo que una ayuda”, dijo el Pontífice usando un megáfono fuera de la improvisada escuela circundado de una muchedumbre maravillada.
“No quería dar fastidio, por eso he querido dejar pasar un poquito de tiempo hasta que se arreglaran algunas cosas como la escuela, pero, desde el primer momento he sentido que debía venir; simplemente para decirles nada más que estoy cerca de ustedes.
Rezo por ustedes. Cercanía y oración ésta es mi oferta; qué el Señor los bendiga a todos y la Virgen los proteja en este momento de intenso dolor”.
De hecho, el Papa consoló de manera especial a un hombre que ha perdido a su esposa y sus dos hijos.
Pope and Pastor#PapaFrancesco greets a man who lost his wife and two children in the earthquake pic.twitter.com/7rxgE00Mci
— Greg Burke (@GregBurkeRome) October 4, 2016
El Pontífice animó a la población a seguir adelante, a pesar del dolor de los “seres queridos que nos han dejado y que cayeron aquí bajo los escombros. Pidamos a la Virgen por ellos”.
De esta manera, los presentes, periodistas incluidos, rezaron un Ave María. “Ayudarse los unos a los otros. Solos no se puede. Juntos adelante. ¡Gracias!”.
Roadside Stop, with Prayer and Affection #PopeFrancis in #Amatrice pic.twitter.com/IfdlxIXrqP
— Greg Burke (@GregBurkeRome) October 4, 2016
Antes de la oración, el Papa abrazó a un niño, estudiante de la escuela, asimismo animó a los maestros en su misión de emergencia de llevar ‘normalidad’ a los más pequeños.
Luego, Francisco se trasladó a la zona más devastada y la que está cerrada por razones de seguridad, informó la Oficina de Prensa de la Santa Sede.

Francisco viajó en un automóvil golf con los vidrios oscuros a Amatrice y luego a Accumoli y Arquata del Tronto, pueblo aledaño también golpeado por el temblor.
Sucesivamente, el Papa llegó a la residencia sanitaria hospitalaria San Rafael Borbona en la provincia de Rieti donde saludó uno a uno a 60 enfermos graves; la mayoría ancianos desplazados por el terremoto. El Papa almorzó con ellos.

Y al final del periplo, aún por confirmar, el Papa podría extender su viaje hasta la ciudad de Asís, en el día de San Francisco, donde se realizará una misa en la Basílica en honor del ‘santo pobre’ y patrón de Italia.
El domingo pasado, durante la rueda de prensa en el vuelo de Bakú-Roma que lo traía de su viaje apostólico en Georgia y Azerbaiyán, el Papa había dicho que esta visita la haría “en privado, solo, como sacerdote, como obispo, como el Papa” para estar cerca de la gente.

También, algunos días después de la tragedia, el pasado 28 de agosto, el Sucesor de Pedro expresó su cercanía espiritual a “los habitantes delLacio, las Marcas y Umbría, muy afectados por el terremoto”.
En esa ocasión, Francisco dijo pensar especialmente en las personas deAmatrice, Accumoli, Arquata del Tronto y Pescara, Norcia los pueblos más golpeados por el movimiento telúrico. “La Iglesia comparte sus sufrimientos y preocupaciones”, aseguró.
