Nidia Negrón Martínez, es madre de tres hijos de 26, 23 y 20 años, por los pasados 9 años ha laborado en Lifelink, compañía que se dedica a la donación de órganos y tejidos. Desde siempre le impactó los casos de las madres que perdían a sus hijos y regalaban vida a través de la donación.
Por eso verificaba los expedientes para conocer qué fue lo último que los padres recordaban haber compartido con sus retoños antes de fallecer. Fue ahí que aprendió a vivir un día a la vez, haciéndole saber a sus hijos cuánto los amaba, porque no sabía si volvería a verlos, en especial a Carlos Julián Casillas Negrón, su segundo hijo.
Nidia jamás imaginó que en su trabajo en Lifelink, Dios la estaba preparando, como ella misma dice, para enfrentar uno de los momentos más difíciles de su vida, perder a su amado Julián de tan solo 23 años y consentir donar sus tejidos para ayudar a otros.
Esta mujer devota de la Virgen María desde niña, relató qué ocurrió el día que mataron a su hijo. “Mami, perdóname, te juro que no te vuelvo a hacer sufrir más. La próxima llamada que vas a recibir mía, va a ser una buena noticia”, esas fueron las últimas palabras que Julián le dijo a su madre a las 2:00 de la tarde de ese fatídico día. Solo pasaron un par de horas más para que su teléfono volviera a sonar. Esta vez la llamada provenía del Centro de Investigaciones Criminales (CIC) que le pedía que fuera al Cuartel de la Policía en Caguas.
“Me fui guiando sola, no sabía lo que había pasado. En otras ocasiones ya me había llamado la policía. El papá de Julián me llamó, me dijo: ‘Pasó algo fuerte con Julián’. Aunque no me lo dijo, lo intuí. En el camino, dejaba que las luces cambiaran de verdes a rojas para no llegar, pero llegué. El fiscal me dijo: ‘Tiene que ir al Instituto de Ciencias Forenses (ICF) a reconocer el cuerpo’”, relató entre sollozos.
Continuó diciendo: “Me identifiqué con cada madre que iba al ICF, donde el personal nuestro le hace el acercamiento para la donación de tejidos. Una compañera que estaba en adiestramiento me tomó el consentimiento y se donó todo lo que fue posible. De mi hijo se extrajeron 58 tejidos, de esos se han utilizado 52 aloinjertos para dar vida o mejorar la calidad de vidas de otras personas”.
De otro lado, Nidia explicó que la mayoría de los donantes de tejidos son de muertes en escena o que llegan al ICF. Definió tejidos como los huesos, la tibia, talón de Aquiles y los tendones. Además, de las válvulas cardiacas, vena safena (discurre desde el pie hasta la ingle y se utiliza en los bypass), piel, la córnea y el tejido ocular, de esto último se encarga el Banco de Ojos de Leonismo, entre otros. Detalló que pueden ser donantes los bebés de hasta de 36 semanas de gestación hasta los adolescentes de 14 años. Aclaró que estos pueden donar solo las válvulas del corazón. Mientras, que a partir de los 15 años pueden donar todos sus tejidos, siempre y cuando se cumpla con un riguroso proceso de discernimiento en el que se evalúa exhaustivamente la salud del donante antes de trasplantar los tejidos en los recipientes.
Por su parte, Carlos Borges, Quality Review Specialist del Departamento de Tejidos de Lifelink, explicó que contrario a la donación de órganos que el paciente tiene que llegar vivo al hospital o tener muerte cerebral para poder donar, y que es necesaria que haya compatibilidad entre el donante y el recipiente, en el caso de tejido es diferente. “Desde que la persona fallece o desde el momento que la persona fue vista por última vez con vida hay 24 horas para recuperar el tejido siempre y cuando el cuerpo se haya refrigerado las primeras 12 horas después de que murió. O en las primeras 12 horas desde que fue visto por última vez”, informó.
Igualmente, explicó por qué las mujeres no pueden donar la vena safena.
“Clínicamente se ha demostrado que la mujer tiende a padecer más de venas varicosas en las piernas que el hombre. A su vez el diámetro de la vena safena en la mujer no es el adecuado por lo que impide poder recuperarlo”, mencionó.
Al final, Nidia reiteró que desde la muerte de su hijo tiene una misión, que consiste en ayudar a seguir difundiendo la importancia de la donación de tejidos. “Tenemos que trabajar con los padres y las madres que deciden regalar vida por medio de la donación de tejidos”, concluyó.
Para información sobre la donación de tejidos acceda a Lifelinkfound.org o comuníquese al (787) 727-0900.