¿Sabía que el plástico que utiliza cotidianamente puede acabar en los mares y océanos, aunque los haya desechado correctamente? Estudios indican que el 79 % de los plásticos desechados acaban en vertederos o en el medio ambiente. Incluso se ha encontrado plástico a 10 mil metros de profundidad.

La producción de objetos de plástico, como platos, vasos, botellas o bolsas es cada vez mayor. Si bien es probable que al desecharlos terminen en un vertedero, sean incinerados o reciclados, también existe la probabilidad de que, por la acción del viento y la lluvia, lleguen al mar. Esto en el caso de que no hayan sido desechados correctamente.

Hoy día, solo el 9% del plástico producido y consumido a nivel mundial se ha reciclado, el 12 % se ha incinerado, y el 79 % ha terminado en vertederos o en el medio ambiente. Asimismo, el 80 % de los residuos encontrados en el mar provienen de la tierra. Como consecuencia pueden ser ingeridos por la fauna marina y acumularse en su interior, quedarse flotando en la superficie, hundirse y permanecer en el fondo marino, o incluso pueden quedar atrapados en el hielo del Ártico.

Actualmente se han identificado cinco zonas de concentración conocidas por distintos nombres, entre ellos: el continente de plástico o isla de basura. Los datos revelan que hay una en el océano Índico, dos en el Atlántico (Norte y Sur) y dos en el Pacífico (Norte y Sur). En una de estas últimas los científicos encontraron cerca de 80 mil toneladas de plástico, y aunque cada vez es más grande, se estima que mide dos veces el tamaño de Texas.

Por consiguiente, una vez los objetos llegan al medio marino tardan entre décadas y cientos de años en degradarse. El tiempo de degradación dependerá del tipo de plástico y de las condiciones ambientales a las que se exponga (luz solar, oxígeno, agentes mecánicos). En el caso de los océanos, la radiación UV procedente de la luz solar es el principal agente que degrada el plástico. La acción del oleaje acelera el proceso y como resultado los fragmentos más grandes se rompen en trozos más pequeños, generando micro plásticos.

Aunque es difícil estimar el tiempo concreto que tarda el material en biodegradarse en los océanos se considera que es mucho más lento que en tierra. Una vez que el plástico queda enterrado, pasa a la columna de agua o queda cubierto por materia orgánica o inorgánica (lo que es muy frecuente en el medio marino) queda menos expuesto a la luz solar, a las temperaturas y el oxígeno, retrasando su degradación.

Actualmente, unas 700 especies de organismos marinos se ven afectados por este tipo de contaminación. Cada año, más de un millón de aves y más de 100 mil mamíferos marinos mueren como consecuencia.

¿Qué puede hacer?

Adopte medidas sencillas como reducir el uso de plástico o el consumo de productos que lo contengan. Así reducirá la posibilidad de que llegue a los cuerpos marinos. ■

(Fuentes: Varias)

Nilmarie Goyco Suárez
Twitter: @NilmarieGoycoEV
n.goyco@elvisitantepr.com

LEAVE A REPLY

Please enter your comment!
Please enter your name here