“Anualmente el dueño de un negocio debe realizar un inventario para saber qué mercancía vendió y qué le queda disponible. Del mismo modo, es necesario hacer una pausa y retirarse a reflexionar sobre qué ha hecho cada cual con su vida”. Así se expresó Padre Eduardo González Castillo al relatar la importancia de hacer un retiro en el tiempo de Cuaresma.

Para el sacerdote la vida es igual a tener un negocio: “Tengo que saber cuánto he vendido y qué tengo almacenado en desuso y no se ha puesto a la venta. En la vida espiritual hay que hacer un balance y ver con qué contamos nosotros. Tenemos que hacer una pausa, pararnos en el camino, ver los pro y los contra de lo que estamos haciendo a la luz de Dios”.

Continuó diciendo que: “El hombre es un ser libre, con poder para decidir. Es un ser racional que a base de los datos que recoge, los une y saca sus propias conclusiones a base de lo que tiene alrededor”.
Padre Eduardo sugirió que antes de participar de un retiro el fiel debe prepararse. “Tenemos que ir con una disponibilidad total y con una apertura espiritual porque el hombre no está hecho, se va haciendo.

Tenemos que preguntarnos cuál es el plan de Dios en nuestra vida. Evaluar lo que tengo y cómo lo estoy empleando si para la causa de Dios o para la causa del mundo. Si lo que estoy haciendo para el mundo no sirve de nada”, dijo.

Asimismo señaló que hay que procurar que todas las acciones que se hagan sean para hacer la voluntad de Dios y darle gloria a Él. “No para darme una satisfacción personal sino porque ese es el plan que debo realizar para obtener todo lo que Dios quiere darme y para eso tengo que perseverar”, manifestó.

Expresó que un retiro es para meditar, reflexionar y pensar. Este se hace para conocer personal e íntimamente a Dios porque a través del retiro se aleja todo lo que distrae y no permite tener ese encuentro con Dios que es tan importante.

Padre Eduardo admitió que la duración del retiro dependerá de la necesidad que tenga la persona. “Si con su boca está todo bien y solo necesita una limpieza, eso bastará. De lo contrario si toda la boca está dañada mientras más tiempo esté en el dentista le harán un mejor trabajo. En un día no se puede hacer mucho, a veces es preciso estar más tiempo para adquirir las herramientas necesarias para continuar perseverando en la vida sin alejarnos de Dios”, precisó.

Del mismo modo, aseveró que en este tiempo fuerte de Cuaresma además de hacer un retiro, se recomienda confesarse. “Se conoce como una confesión general donde se confiesan las cosas pasadas. Lo que ya no existe para efectos nuestros, pero que arrepintiéndome de ello nuevamente recibo unas gracias especiales para afincar mi voluntad en no volverlo a hacer”.

Al final, el padre que colabora durante las mañanas de lunes a viernes en la parroquia Espíritu Santo de Floral Park, en Hato Rey, reiteró que: “Todos somos débiles y solo somos fuertes en Cristo Jesús. A Dios tenemos que conocerle, al conocerle le amamos, al amarle le servimos para luego ser felices con él eternamente en el Reino de los Cielos”.

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