Nuestra diócesis mayagüezana continúa ilusionada el camino trazado por la V Asamblea de Aparecida. Las líneas marcadas por esta se ratifican en la Evangelii Gaudium. Somos convocados a una nueva evangelización, retomando el anuncio del kerigma y urgiendo una conversión pastoral en las estructuras eclesiales.

La Asamblea Nacional de Pastoral, celebrada en Puerto Rico en los últimos años estableció las prioridades de acción en nuestra realidad borincana. La Iglesia que peregrina en Puerto Rico, bajo la guía de sus pastores, determinó cinco áreas prioritarias. Estas son: familia, juventud, educación, salud y economía y pobreza.

En nuestra Iglesia local diocesana hemos estado inmersos en el desarrollo de los objetivos de la misión. Actualmente se realiza un curso de Misionología, en el que mensualmente fieles de todas las parroquias, reciben formación y animación de cara al proceso misionero. Participan de este curso unos 400 fieles.

Muchas parroquias han realizado el censo para situar la realidad en la que nos desenvolvemos y contemplar los retos que hoy hemos de asumir. Animamos a aquellas comunidades que aún están en el proceso a continuarlo. Este mes hemos de recibir la tabulación del censo parroquial y concretar el estado en que realmente se encuentra la comunidad eclesial en nuestro territorio.

Igualmente, se van desarrollando las comisiones diocesanas de cada una de estas áreas prioritarias. Unas más adelantadas que otras, como todo proceso vivo, van asumiendo la responsabilidad de trabajar en un esfuerzo pastoral insertado en el camino de la nueva evangelización.

Agradecemos el esfuerzo y participación de presbíteros, diáconos, consagrados y fieles que unen sus talentos, capacidades y entusiasmo en este proceso. Es la puesta en acción de un proyecto pastoral que será permanente, renovador y entusiasta. El Obispo preside y anima, como ya afirmaron los padres de la Iglesia, nada sin el Obispo y todo con él.

Cada comunidad parroquial debe ir organizando su comisión de misión permanente. Animamos a los fieles y agentes de pastoral a unirse a este camino. Bajo la acción y fuerza del Espíritu, protagonista de la misión, sigamos construyendo el reino en nuestro lar borincano. Que la Virgen María, Estrella de la evangelización, nos custodie en su corazón inmaculado.

P. Edgardo Acosta Ocasio 

Vicario de Comunicaciones 

Oficina Medios de Comunicación Social

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