Queridos hermanos y hermanas:
En nuestra celebración de la Solemnidad de la Epifanía les quiero hacer llegar mi deseo navideño de paz y alegría.
A la Epifanía del Señor, nuestra tradición la llama el “Día de Reyes”. Nos recuerda el momento en que el Hijo Eterno de Dios fue buscado, encontrado y adorado por estos misteriosos personajes.
Los reyes magos representan la búsqueda de Dios. Son personas en salida; seres humanos que emprenden una jornada juntos hasta el encuentro con el Mesías.
¿Por qué es que este gesto de los magos ha calado tan hondo en nuestra cultura, en nuestras tradiciones y fervor de pueblo? Porque los puertorriqueños y puertorriqueñas nos hemos identificado con ese impulso, con ese deseo de los sabios de Oriente de búsqueda de Dios.
Nuestra búsqueda de Dios la hemos puertorriqueñizado con nuestro amor, devoción y entusiasmo con la celebración de los reyes magos, con nuestros velorios y nichos de reyes, con nuestro compartir en medio de un buen asopao y la generosidad de hacer obsequios, más noble aún cuando lo hacemos con los más necesitados. Debilitar esta tradición es debilitar nuestra búsqueda de Dios, es debilitar la manera de vivir nuestra fe. Que esta fiesta de los reyes que celebramos sea reflejo de nuestra búsqueda de Dios como pueblo cristiano.
Por ello, celebremos nuestra fiesta de reyes con la misma inmensa alegría que sintieron los reyes al ver la estrella en el firmamento y que esta tradición nos lleve al encuentro y adoración del Mesías.
¡Feliz Día de Reyes!
¡Que el Señor les bendiga y les guarde siempre!
S.E.R. Mons. Roberto O. González Nieves, O.F.M.
Arzobispo Metropolitano de San Juan, Puerto Rico