John Gottman, como experto ducho en las relaciones de la pareja tiene un sitial especial en esta materia.  A través de laboratorios de relaciones en la pareja, ha llegado a sistematizar lo que ayuda o mata en esta relación tan querida por Dios.  Su teoría da mucha luz para entender y llegar a aplicar el plan divino de realización en la pareja humana.

En las relaciones de pareja, son muchos factores que determinan que ésta funcione o que por el contrario esté avocada al fracaso.  Para que una relación se establezca como sólida, tiene que tener unas buenas bases, unos pilares fuertes donde recurrir cuando vengan los problemas, éstos basados en las diferencias. Y como es obvio, todas las personas somos diferentes, y por ello, la forma de resolver las diferencias, va a ser el factor fundamental que diferencie a una pareja con éxito de otra que no lo tiene.

Y es que como dice Gottman, el problema no radica en los conflictos mismos, pues son comunes e inevitables, sino en los mecanismos que se activan cuando surgen los mismos. Asegura que las parejas que acaban separándose suelen quedar atrapadas en emociones negativas, que les lleva a una espiral autodestructiva, consistente en el empleo de mecanismos comunicacionales dañinos e ineficaces para solucionar o aceptar la situación que se vive.  Estos mecanismos, Gottman, los denominó los “cuatro jinetes predictores de la separación” y son los que detallo a continuación:

  1. DEFENSIVIDAD

Se trata de una actitud en defensa de lo que se ha percibido como un ataque.  Esta actitud niega la responsabilidad propia en el conflicto, y por tanto, no asume su parte de aprendizaje o cambio para solucionar el mismo.

La actitud defensiva, además, conlleva, un ataque en respuesta al percibido previamente como tal de la pareja, éste puede ser en forma de reproche, amenaza, juicios… Es decir, “estar a la defensiva”, normalmente, trae consigo actitudes no respetuosas hacia el otro, ya que considera que fue el otro quien comenzó la ofensiva.

Con la frase conocida de “la mejor defensa un ataque”, comenzamos toda una batalla, donde la solución al conflicto está lejos, ya que nos centramos más en “defendernos y atacar para defendernos”, que en la asunción de responsabilidad y en la búsqueda de soluciones.

  1. INDIFERENCIA

Mostrarse indiferente es una actitud para evitar el conflicto. Ya que nos distanciamos y desconectamos de los argumentos del otro y del otro mismo, como si no fuese conmigo el problema, o al menos, su solución.  Es una estrategia negativa, porque nos aleja nuevamente de la solución, ya que no viendo o no asumiendo el problema, no se arregla.

Se trata de actitudes de silencio, expresión corporal pasiva, inexpresividad, evasión, contestaciones lacónicas, que nos refugian en nosotros mismos, posicionándonos por encima del problema y de la pareja, como si no fuese con nosotros el conflicto. Soy indiferente cuando ignoro el problema y al otro, como si no me importara.

  1. CRÍTICA DESTRUCTIVA

La crítica es destructiva cuando se convierte en un juicio contra la persona, y no hacia sus actos.  Esta crítica descalifica y ataca al otro, sin respeto por su persona.  Es una forma irrespetuosa de expresar desacuerdo o queja por algo que hace la otra persona, juzgando sus actos a través de cómo es la persona criticada. Se confunden y utilizan, los términos de “si actúas así, eres así”, siendo muy destructivo, el juicio emocional, de acusación, reproche y condena que se emite contra la persona criticada.

  1. DESPRECIO

Se trata de actitudes agresivas y de falta de respeto, que directamente se expresan contra la pareja.  Supone gestos, palabras, insultos, amenazas, ofensas, burlas y humillaciones que implica una actitud de superioridad por parte del que desprecia. La persona despreciada, siente inferioridad y anulación de su persona, porque es como si pasase por encima de ella, para pisotear y dañar el poco ego que puede quedar intacto.

 

P. Jorge Ambert, S.J.

Para El Visitante

 

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