Hoy domingo, 2 de junio la Iglesia celebra la Solemnidad de la Ascensión de Jesús al Cielo, que ocurre justamente 40 días después de su resurrección. Con esta fiesta concluye la historia de Cristo sobre la Tierra.

Sin embargo, su proyecto de vida no terminó con la Muerte, sino que siguió con su Resurrección y su Ascensión. Mediante esta, Jesús alcanzó la meta final y fue exaltado, se hizo Señor y primogénito de sus hermanos. Este acto es un símbolo de esperanza para todos los cristianos, pues se sabe que Cristo está sentado a la derecha del Padre, intercediendo por cada uno de sus hijos para que algún día puedan alcanzar la felicidad eterna que solo se consigue a su lado.

La Solemnidad de la Ascensión es un momento para alegrarse, pasmarse, entusiasmarse por Cristo, que sube a preparar un lugar para cada uno. Mientras eso ocurre todos los hombres y mujeres deben procurar seguir sus enseñanzas para alcanzar el premio de la vida eterna.
Todo cristiano debe aprender a luchar para alcanzar llegar al Cielo con Jesús. Él vivió como todos los hombres su designio y lo fue perfeccionando día a día. Él espera eso mismo de cada fiel creyente.

Jesús subió a los cielos para ser mediador ante el Padre de cada uno de sus hijos. Él está intercediendo continuamente por cada uno. De este modo, permite que el hombre esté más cerca de alcanzar el camino de la salvación.

Camille Rodríguez Báez
Twitter: @CamilleRodz_EV
c.rodriguez@elvisitantepr.com

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