“La vocación es un diamante en bruto, que hay que trabajar con cuidado, paciencia y respecto a la conciencia de la persona, para que brille en medio del Pueblo de Dios”, (Papa Francisco).
El pasado domingo, 27 de agosto, celebramos la Eucaristía de inicio de curso del periodo propedéutico y la reapertura del Seminario Beato Pablo VI en Naranjito. La Misa se celebró en el templo parroquial y estuvo presidida por el Obispo de la Diócesis de Caguas y Administrador Apostólico de la Diócesis de Fajardo-Humacao, Mons. Eusebio Ramos Morales. Le acompañó el Obispo de la Diócesis de Ponce, Padre Obispo Rubén González Medina, cmf. Además, contamos con un nutrido grupo de presbíteros, diáconos y seminaristas de las Diócesis de Caguas, Ponce y Mayagüez, que junto con los familiares de los jóvenes que inician la experiencia propedéutica, participaron con mucha alegría de la celebración.
Durante la homilía, Mons. Eusebio, resaltó que nos encontramos en un momento privilegiado de nuestra Iglesia cuando estamos dando pasos hacia una experiencia de Seminario Nacional en Puerto Rico. También, invitó a los presentes a fomentar y desarrollar el discipulado-misionero para dar respuesta a las exigencias que vivimos como pueblo y a estar atentos a los signos de los tiempos en una época de cambios acelerados y de grandes retos para sus pastores y líderes. Luego, el formando no puede desentenderse de las situaciones que se viven como pueblo y se requiere que mediante la formación, estos se preparen para afrontar los males que aquejan nuestra sociedad. A su vez, exhortó a los seminaristas que inician la experiencia propedéutica a ser dóciles a la acción del Espíritu, a dejarse guiar por la Iglesia de la mano de sus formadores y a dejarse interpelar por la persona de Jesucristo para ser sus discípulos.
Después de la homilía, se presentó al pueblo de Dios a los ocho seminaristas que inician la experiencia propedéutica. Ellos son procedentes de los pueblos de Mayagüez, Añasco, Juana Díaz, Yabucoa, San Lorenzo, Caguas y Cayey, que junto a sus padres recibieron la encomienda de dejarse acompañar durante esta experiencia. De la mano del Obispo, se le hizo entrega de la Palabra de Dios para que la mediten y se vinculen íntimamente a la persona de Jesús. El periodo propedéutico tiene como finalidad iniciar a los jóvenes en todos los aspectos fundamentales de la formación al presbiterado; llevar a un nivel suficiente y homogéneo su preparación humana, cultural y religiosa; ayudarles a profundizar sobre su opción vocacional, a fin de que puedan hacerse cargo de las exigencias de la formación sacerdotal y de la vida en el Seminario Mayor.
Durante la celebración se presentó al nuevo vicario de Vocaciones y Seminario de la Diócesis de Caguas, el Rev, P. Félix Núñez, que los fines de semana estará acompañando a los seminaristas que se encuentran en la etapa del discipulado (estudios filosóficos) y en la etapa de la configuración (etapa teológica). El equipo formador del Seminario estará compuesto por el Rev. P. Carlos J. Vázquez, rector, y el Rev. P. Melvin Montañez, director espiritual, y quienes junto a nueve profesores impartirán la formación en las dimensiones, humana, espiritual y académica.
Pedimos sus oraciones y apoyo para este proyecto eclesial que se inicia lleno de mucha esperanza. ¡Qué nuestro Señor Jesucristo en su infinito amor nos bendiga abundantemente y nos acompañe en este proyecto tan importante para nuestra Iglesia puertorriqueña!