La comunidad de la parroquia Santa Rosa de Lima en Venus Gardens, Río Piedras se desbordó en muestras de acogida y felicidad ante la ordenación presbiteral del diácono transitorio Gerardo Enrique Oliveras Hernández. Elevento ocurrió la noche del jueves, 15 de agosto, mismo día de la Solemnidad de la Asunción de la Virgen María.
Bajo el lema: “Que todos sean uno” (Jn 17, 21) la celebración Eucarística fue presidida por Monseñor Roberto Octavio González Nieves, OFM, Arzobispo de San Juan, quien estuvo acompañado por otros presbíteros y diáconos. Luego de llamar al diácono transitorio para su elección, inició la homilía en la que recalcó: “Hoy proclamamos la grandeza del Señor porque ha mirado a esta Iglesia local. Le bendice con un nuevo sacerdote, uno de sus hijos y proclamamos de igual manera la grandeza del Señor porque ha mirado a Gerardo y lo ha llamado para constituirlo sacerdote de su pueblo”.
“Sé un gran influencer de Cristo. […] Querido Gerardo así como María con Jesús en su vientre se puso en camino, de esta misma manera, tú con Jesús en tu corazón estás llamado a ponerte en camino.
[…] Este es un ministerio para estar en camino siempre, en búsqueda, en la cercanía, en la proximidad con los fieles. Ponerse en camino, nos enseña María”, agregó.
Más adelante, el ordenando se arrodilló para recibir la imposición de manos de parte del Arzobispo y demás sacerdotes. Su madre, Mizraim Hernández, llevó las vestiduras hasta Padre Carlos Pérez, párroco del templo y Mons. Iván Huertas, vicario de seminarios y vocaciones de la Arquidiócesis, quienes revistieron al neo presbítero. Acto seguido, el nuevo sacerdote, su progenitora y su hermano se fundieron en un fuerte abrazo y lágrimas de alegría.
Posteriormente, el Arzobispo ungió las manos del ordenado, hizo entrega de la patena y el cáliz, y le dio el abrazo de la paz seguido por los presbíteros.
Al final, Padre Gerardo extendió un mensaje de agradecimiento, a todos los que estuvieron presentes a lo largo de su caminar e hicieron posible la actividad. Luego llevó una ofrenda floral a los pies de la imagen de Nuestra Señora de la Divina Providencia, patrona de Puerto Rico con motivo de la Solemnidad de la Asunción, y como parte del ministerio que recién comenzó.
En conversación con El Visitante su madre se expresó sorprendida ante lo que describió como un proceso muy enriquecedor. “Para mí ha sido de mucho crecimiento todo el proceso que él ha tenido estos años. Ha sido muy enriquecedor, desde los viajes hasta el cariño tan profundo de tanta gente.
Jamás pensé que sería de tal magnitud. Ha sido una cosa que ha unido a muchas personas, sacerdotes, feligreses, parroquianos, gente de muchos sitios distintos”, compartió. ■
Nilmarie Goyco Suárez
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