Hoy 29 de mayo la Iglesia celebra la Fiesta del Corpus Christi, pero ¿conoce el significado de esta solemnidad? Según Padre José Antonio López Vega, delegado nacional y miembro del Comité Pontificio para los Congresos Eucarísticos Internacionales, esta fiesta tiene como fin dar testimonio de fe en la presencia real de Jesús en la realidad sustancial de su Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad. “Es detenerse y decir con nuestra presencia y nuestra fe: ‘Él está ahí, no es un símbolo, detrás de ese velo sacramental (la especie eucarística del pan y vino) está todo Cristo’”, reveló.
Añadió que: “Es como Iglesia gritarle al mundo: ‘aquí está el Salvador del mundo con su santísima humanidad’. Recordemos que Jesús como Dios está en todas partes, pero como hombre solo está en el cielo a la diestra del Padre donde ha subido (Ascensión del Señor) y en el sagrario, su cárcel de amor”.
Explicó que antiguamente esta fiesta era conocida como Corpus Christi, y que fue a través de santa Juliana de Mont Cornillo que se supo sobre ella. La santa tuvo una visión de la luna en su esplendor, con una franja oscura que la atravesaba diametralmente. El Señor le explicó que la luna simbolizaba la vida de la Iglesia sobre la tierra; la línea opaca representaba, en cambio, la ausencia de una fiesta litúrgica en honor al cuerpo y sangre del Señor, en la que los creyentes pudieran adorar la Eucaristía para aumentar su fe, avanzar en la práctica de las virtudes y reparar las ofensas al Santísimo Sacramento.
Señaló que fue el Papa Urbano IV, que conoció a la santa Juliana durante su ministerio archidiaconal, el que instituyó esta solemnidad como fiesta de precepto en 1264, el jueves sucesivo a Pentecostés. “Por razones pastorales y para que los fieles cumplieran con el precepto se cambió para el domingo siguiente”, precisó. Sin embargo, aseguró ser partidario de que se devuelva esta fiesta al jueves, “que aunque supone mucho esfuerzo, vale la pena”.
A su vez, destacó que “la importancia de esta fiesta consiste en la oportunidad que tenemos de volver a nuestro origen, la Iglesia ha de volver a su origen eucarístico continuamente para recobrar su verdadera naturaleza y su auténtica fuerza”. Indicó que para los fieles es sumamente importante aprender que la espiritualidad cristiana es inminentemente eucarística.
“No se puede entender un cristiano que no ame y busque con hambre y con sed la presencia eucarística de Jesús. Hay que insistir que el cristiano, todos los clérigos y laicos, hemos de vivir una contemporaneidad con Cristo y es eso precisamente uno de los frutos que da la conciencia eucarística: ‘Vivir una cierta contemporaneidad con Cristo’”, admitió.
Al preguntársele sobre las formas que pueden utilizar los fieles para darle culto público a la Eucaristía como es el fin de esta Fiesta, puntualizó que en algunas parroquias se realizan procesiones en honor a Jesús Sacramentado y las personas pueden participar de ellas. “Pueden pasar un buen rato conversando con Jesús ante el sagrario”, confirmó el también párroco de Nuestra Señora del Carmen en Coto Laurel de Ponce.
Compartió que la Diócesis de Ponce lleva una década realizando una procesión diocesana en la que miles de fieles se congregan alrededor de Jesús Eucaristía por las calles ponceñas.
Por último, sugirió que para vivir esta solemnidad a plenitud se debe en primer lugar limpiar el alma. “Hacer un compromiso de trabajar una personal conversión eucarística. Formarse en la piedad y devoción eucarística. Y realizar un apostolado eucarístico en su ambiente familiar, social y de trabajo, pero sobre todo hacer de Jesús Eucaristía su centro de acción”, recomendó.