Los ánimos y la alegría de llevar la Buena Nueva a los confines de la Tierra brillaron con fuerza en la Misa de Envío (2017) de 106 misioneros de las seis diócesis de Puerto Rico a Verano Misionero el pasado 21 de mayo en la Catedral Nuestra Señora de Guadalupe en Ponce. La Eucaristía y envío fueron presididos por Padre Obispo Rubén A. González Medina, cmf, Obispo de la Diócesis de Ponce. Cabe destacar, que la Obra de la Propagación de la Fe Proyecto Verano Misionero es un esfuerzo impulsado por Obras Misionales Pontificias de Puerto Rico (OMP).
Al filo de las 2:00 de la tarde inició la procesión de entrada con la participación de los misioneros con los cuadros de la Virgen Madre de la Divina Providencia, Paulina Jaricot, San Francisco Javier y Santa Teresa; con las banderas de la Iglesia, de Puerto Rico y los destinos de misión; la Cruz de la Evangelización; y los servidores, seminaristas y ministros. La asistencia a la misa fue masiva, principalmente por los jóvenes y sus familiares que llenaron la iglesia.
Durante el ofertorio se presentaron dones simbólicos alusivos a la misión: tenis, signo de caminar que emprenderán como discípulos-misioneros; el Rosario, signo de oración del pueblo que pide por sus misioneros; la mochila, signo del espíritu del peregrino y disposición a dejarlo todo para seguir el llamado; el pan y vino. Los primeros tres (tenis, rosario y mochila) se colocaron junto a la Cruz de la Evangelización al pie del altar.
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El misionero es un testigo del Resucitado con la fuerza que da el Espíritu de Dios; el discípulo es el que escucha, aprende, practica y comunica, explicó Padre Obispo Rubén en su homilía. “No van solos, la Iglesia los acompaña. Dios no falla; Dios acompaña y guía. Se trata de decirle a la gente cuánto los ama Dios, de decir que Cristo es el centro de tu vida y que solo Jesucristo es salvación y que tú la has experimentado”, dijo a los misioneros.
Posteriormente, el Prelado bendijo el signo que fue entregado a los misioneros al decir: “Reciban este signo de amor de Cristo y de nuestra fe; con el crucificado reciban fuerza y sabiduría de Dios”. En el envío los misioneros contestaron juntos y a viva voz: “Señor en este día, nos presentamos ante ti, como bautizados, reconociendo humildemente que somos instrumentos tuyos y que hemos sido llamados para servir y no para ser servidos. […] Aquí estamos Señor, envíanos”. De pie y con el signo misionero profesaron su oración.
Por su parte, P. José Orlando Camacho, director nacional de OMP, agradeció a la Conferencia Episcopal Puertorriqueña (CEP), al Obispo de Ponce por su apoyo, acompañamiento y acogida y a su equipo de trabajo en la coyuntura del envío misionero. “Trabajamos en plena comunión con la CEP de manera que las OMP son del Papa y de nuestros pastores los Obispos”, sostuvo el director de OMP. Luego, Ángel David Montes secretario nacional, agradeció a las familias presentes por el apoyo. El joven junto a su equipo, en representación de los misioneros, entregaron un detalle a Padre Obispo.
Honduras, Nicaragua, México, Guatemala, España, Ecuador, Colombia, República Dominicana y Brasil fueron algunos de los países en el listado para la misión. Para finalizar, los misioneros y sus familiares pasaron al Complejo Deportivo y Cultural de la Pontificia Universidad Católica, Recinto de Ponce para un compartir.