En el año jubilar de la Misericordia, la parroquia San José Obrero del poblado San Antonio en Aguadilla se vistió de gracia y bendición. En la noche del pasado miércoles, 17 de agosto, fue entronizado el cuadro de la Divina Misericordia en el templo parroquial de esta comunidad.
Al comienzo de la celebración de la Eucaristía, el coro de niños y jóvenes de la Parroquia Nuestra Señora de la Monserrate en Moca, con guitarras y voces angelicales, cargaron el cuadro y lo llevaron al lado del altar. La entrada de los ministros del altar, presididos esa noche por el vicario de Pastoral, Mons. Ramón E. Albino Guzmán, fue engalanada con voces y ritmos santos del coro de la Capilla Divina Providencia del barrio Guerrero del pueblo de Aguadilla. Este es uno de los coros de la Parroquia anfitriona.
Monseñor Albino, en su homilía, disertó en torno a cuatro puntos importantes. Primero, en el diario de Santa Faustina, Jesús le dice: “No tengas miedo de nada. Yo estoy contigo” (#655). La confianza es la virtud por excelencia para ser bañados por la misericordia de Dios. Lo segundo es desear con todo el corazón, alma y fuerza, recibir la Misericordia de Dios. No podemos olvidar que la Misericordia Divina es eterna; no solo para nuestra estancia en la tierra, sino para toda la eternidad.
Por otro lado, apuntó, en un tercer momento, a la realidad de que sin obras de misericordia la fe está muerta (Santiago). Este aspecto es urgente ya que el hacer obras de misericordia es un mandato, no un sentimiento. Hay que vivir la misericordia en nuestra vida cotidiana. Hacer misericordia en medio de la gente, especialmente hacia los pecadores, los más necesitados y los que han perdido la confianza en Dios.
El último punto es la necesidad de contemplar la misericordia de Dios. Profundizar en ella es la clave para nuestra santidad: perdonar al enemigo, perdonarnos a nosotros mismos y a los más cercanos; especialmente a aquellos que nos han herido. Frente al cuadro podremos contemplar su gracia y frente a la cruz le ofrecemos nuestro dolor para consolarlo.
La celebración de entronización del cuadro de la Divina Misericordia sobrepasó las expectativas. Asistieron fieles del poblado de San Antonio, visitantes de las parroquias de Aguadilla, Moca, Aguada y Rincón. Con una iglesia llena a capacidad se terminó la santa eucaristía con la entronización del cuadro de la Divina Misericordia. Esta celebración fue planificada por la vicaría pastoral que dirige Mons. Ramón E. Albino, la parroquia de San José Obrero, y su párroco Padre Emilio Torres y el Movimiento Jesús Misericordioso. El poblado de San Antonio se engalanó este año Jubilar de la Misericordia con una noche de gracia, alegría y esperanza. Nuestro Obispo, Mons. Álvaro Corrada del Río, S. J., apoya y bendice estas iniciativas que se insertan en el Año Jubilar.
También estaremos entronizando las reliquias de primera clase de Santa Faustina en los templos jubilares de San Juan Bautista de Maricao, Basílica La Monserrate de Hormigueros e Inmaculada Concepción en Espinar, Aguada. Damos gracias al Señor porque es eterna su misericordia.
(Zenaida Acevedo, Coordinadora Movimiento Divina Misericordia)