Cientos de feligreses maricaeños y de otros pueblos de la Diócesis de Mayagüez hicieron acto de presencia en la Iglesia San Juan Bautista del pueblo de la montaña para participar de la Santa Misa y los actos de entronización de los cuadros de la Divina Misericordia y de Santa Faustina Kowalska. Además, el templo parroquial recibió una bendición especial al ser entronizada permanentemente allí una reliquia de primera clase de Santa Faustina, la Apóstol de la Divina Misericordia.
El lunes 29 de agosto, día en que la Iglesia conmemora el martirio de San Juan Bautista, la Parroquia San Juan Bautista de Maricao y su párroco, Padre David Pérez Méndez se convirtieron en anfitriones de cientos de feligreses de la Diócesis de Mayagüez que peregrinaron a la montaña para experimentar de primera mano la Misericordia de nuestro Señor. Aclaramos que en la Diócesis se celebraba ese día la Dedicación de la Catedral.
La celebración dio comienzo a las 6:00 p. m. Alrededor de una hora antes ya comenzaban a llegar al templo fieles de varios pueblos del área oeste de la isla y locales con el propósito de recibir las bendiciones e indulgencias correspondientes a su caminar en este Año Santo de la Misericordia.
La procesión al Altar dio inicio acompañada de los acordes y voces del Coro Parroquial San Juan Bautista. Portando los cuadros de Santa Faustina y de la Divina Misericordia y a su vez la reliquia de la Apóstol de la Divina Misericordia, hicieron entrada el celebrante Monseñor Ramón Albino, Vicario de Pastoral de la Diócesis y los sacerdotes concelebrantes, Padre David Pérez, Padre Edgardo Acosta, Padre Orlando Rosas y Padre Gerardo Caraballo junto al Diácono José Rodríguez. Las fieles Nereida Santiago, María Ramos y el Diácono Rodríguez tuvieron a su cargo las lecturas del día. Pronunció una exquisita homilía el Padre Edgardo. La misma estuvo centrada en el tema principal de la celebración, la Misericordia de Dios manifestada a través de Nuestro Señor Jesucristo. Una misericordia que se manifiesta de generación en generación.
Repasando los pasajes de las Sagradas Escrituras donde se nos invita a ser misericordiosos como el Padre, la predicación brindó una idea precisa de lo que significa ser un portador de la misericordia en el que las obras en pos de los demás deben ser lo principal. El ejemplo más fehaciente, la vida de Sor Faustina Kowalska (Santa Faustina desde el año 2,000), religiosa polaca que con su confianza y perseverancia hacia Dios dio a conocer los mensajes de Nuestro Señor Jesucristo en cuanto a la práctica misericordiosa se refiere.
Mons. Romualdo Ortiz Vega, cuyos restos reposan en el templo parroquial, fue testigo de la misericordia de Dios. Lo fue sobre todo con su permanente disposición a celebrar el Sacramento de la Misericordia, acogiendo a cuantos sabiéndose pecadores recurrían a implorar el perdón misericordioso de Dios.
Al finalizar la Santa Misa los cuadros y la reliquia de Santa Faustina (traída junto a otras dos exclusivamente a la Diócesis desde el Santuario de la Divina Misericordia en Cracovia, Polonia) fueron trasladados al lugar previamente designado para su entronización. Allí se llevó a cabo el ritual y la bendición final convirtiendo así el templo parroquial en lugar permanente para su veneración.
Exhortamos a todos a peregrinar al Templo Parroquial San Juan Bautista en Maricao, cruzar la Puerta Santa de la Misericordia y contemplar todo lo que la Misericordia de Dios tiene para ofrecernos. La reliquia de Santa Faustina y el lugar de descanso de los restos mortales de Monseñor Romualdo Ortiz esperan su visita. Recordemos siempre: “Con Cristo misioneros a Puerto Rico entero”.
Leonel Oramas
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Diócesis de Mayagüez