La Iglesia diocesana de Mayagüez, siguiendo el camino trazado por la Asamblea de Aparecida, desarrolló un seminario sobre Doctrina Social Católica. El pasado año  se ofreció un Curso de Misionología. Dando seguimiento al mismo, y como proceso para dar cauce a la Comisión de Economía y Pobreza, una de las áreas prioritarias señaladas por las asambleas de pastoral nacional, el sábado, 24 de marzo comenzó el Curso de Doctrina Social.

En el primer encuentro, asistieron 182 fieles representando la mayoría de las parroquias. Los primeros temas expuestos fueron el Desarrollo histórico de la Doctrina Social de la Iglesia y Visión teológica de la realidad temporal cristiana.

P. Tomas Ciscar, O. Carm impartió el primer tema. En su exposición iluminó en el proceso que dio génesis a lo que hoy se llama doctrina social. Los grandes cambios que se suscitaron a mediados del siglo 19 y principios del 20 fueron claves en ello.

En el 1864 Pío IX publicó la Encíclica Syllabus Errorum. Como significa su nombre, Catálogo o lista de errores, alude a los planteamientos erróneos que surgen del liberalismo y el marxismo. En 1891 León XIII publicó Rerum Novarum. Ya había muerto Marx. La revolución industrial estaba en su apogeo. Europa vivió convulsionada. Se hace un llamado a la justicia salarial y a la participación del trabajador en la riqueza que genera. La reacción de los que promovía la revolución indistrial era pretender silenciar a la Iglesia. Es el primer documento de justicia social. Salió en defensa de los derechos de los trabajadores, insistió también en los deberes. La justicia es inherente al Reino, procede de Dios.

En el decurso histórico tuvo lugar la Primera Guerra Mundial (1914-1918). En 1931 Pío XI publicó la Quadragesimo Anno, que significa a los 40 años. Ratificó la Rerum Novarum. Rusia conquistó Europa. El continente europeo se dividió en dos grandes bloques: este y oeste, comunismo y democracia. El mundo vivió la tragedia de una Segunda Guerra Mundial (1939-1945). Nació la ONU como esfuerzo por la consecución de la paz. En 1948 se dio la Declaración de los Derechos del Hombre.

En 1961 se publicó Mater et Magistra, de San Juan XXIII. En esta época entró en vigencia el Plan Marshall, para la reconstrucción de Europa. Se dio apertura para otras naciones y continentes. La televisión y el teléfono posibilitaron las comunicaciones y entrar en contacto con la realidad. Esta encíclica dio  razón de la doctrina social. En 1962 se puso en marcha el Concilio Vaticano II, convocado por San Juan XXIII. Lo llevó a término el Beato Paulo VI. El Concilio se situó entre los grandes momentos de la vida de la Iglesia y dínamo de la doctrina social. El Vaticano II supuso una gran riqueza que lamentablemente quedó desconocida para la mayoría. En 1963 San Juan XXIII publicó la Encíclica Pacem in Terris. Toda la Iglesia tomó conciencia de su responsabilidad ante el mundo, de su vitalidad. En este pronunciamiento se planteó que hay que corregir las relaciones entre las naciones. Se hizo un llamado a la solidaridad.

En 1967 el Beato Paulo VI publicó la Populorum Progressio. Fue época de la revolución estudiantil. Los hippies estuvieron en su apogeo en la guerra fría. Propusieron un humanismo pleno. El ser humano no es solo un ente de producción, como tampoco es solo un ser espiritual. Reclamó un desarrollo integral de la persona que se construyó en la fraternidad y se abrió a la trascendencia.

En 1971 dió a luz la Octogesima Adveniens, a los 80 años de la Rerum Novarum, se urgió a los seglares a que se inmiscuyeran y comprometieran en la vida pública para  no dejarles  ese espacio a los oportunistas y carreristas de ocasión.

El pontificado de San Juan Pablo II fue uno de los grandes acontecimientos en la historia. En cierta medida él fue protagonista de los cambios logrados en Europa. Procedió de una nación sometida, subyugada al imperialismo soviético. Su nación careció de derecho. Fue testigo de las injusticias sociales. En Laborem Exercens planteó la dimensión espiritual del trabajo. La gran ilusión del ser humano era la riqueza, el bienestar de la riqueza, el bienestar material. El trabajo es un honor, colaboración en el plan de Dios. Es instrumento para mejorar el mundo.

Solicitudo Rei Socialis fue publicada en 1987. San Juan Pablo II comenzó a abrir caminos en el abismo abierto entre naciones ricas y pobres. El mundo vivió el desmoronamiento de la URSS. La Centessimus Anno en 1991 apoyó la resistencia de las naciones subyugadas. Condenó la opresión del capitalismo salvaje. Ni el estado ni sociedad alguna debieron jamás sustituir la iniciativa y responsabilidad de las personas y los grupos sociales intermedios en los niveles que puedieran  actuar, ni destruir el espacio necesario para su libertad (Instrucción sobre la libertad cristiana y liberación 1986).

La Iglesia señaló y promovió la igualdad de derechos de todas las personas. Se hizo un llamado  a la fraternidad como miembros de una única familia (Gaudium et Spes, 24). A la luz del Evangelio, no tienen vigencia los títulos que los hombres utilizan para establecer categorías y diferencias (Mt 23, 8-9). Hay una misma vocación y un único destino (Gaudium et Spes 29, Solicitudo Rei Socialis 16).

El próximo curso de Doctrina Social será el sábado 28 de abril. ¡Participa!

(P. Edgardo Acosta Ocasio )

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