Los estragos causados por el huracán María no fueron impedimento para que el pasado viernes, 13 de octubre un nutrido grupo de fieles llegara a Guánica para ser parte de la celebración del centenario de Nuestra Señora de Fátima, donde ubica la segunda réplica mundial del Santuario de Fátima.
A las 10:45 de la mañana, en la Plazoleta luego del rezo del Rosario dio inició la misa presidida por el Obispo de la Diócesis de Ponce, Padre Obispo Rubén González Medina, cmf, y concelebrada por Padre Carmelo Santiago de la parroquia San José de Peñuelas.
Con el título de la Carta Pastoral de la Conferencia Episcopal Puertorriqueña Aniquilados pero no derribados, inició la celebración eucarística. “Necesitamos ver esta tormenta como un llamado fuerte a la conversión. No simplemente mirar el desastre, sino mirarlo a la luz de la fe. Padre Obispo aclaró que: “No es un castigo de Dios, es un proceso natural que cada cierto tiempo tiene que pasar porque estamos en el Caribe. Ahora nos tocó a nosotros y no por eso dejamos de ser bendecidos”, sentenció.
Durante la homilía explicó que el nombre de María, en hebreo es Miriam que significa llena de gracia y que viene de Mara que quiere decir amargura y mujer fuerte. “Si unimos estas dos palabras descubrimos que en medio de la amargura hay una mujer fuerte como dice el Evangelio de hoy: ‘Junto a la cruz, de pie estaba María, su madre”, precisó.
Como ya es costumbre, el Obispo de Ponce, le dio un significado a cada una de las letras de Fátima. “Con la F, fe. Hemos puesto nuestra fe en el nombre del Señor que es un Dios con la letra A que nos ama. Un amor que tenemos que hacerlo con la T de ternura. La I que ilumina, incluye e impulsa. Esa fe que ama que es tierna y que se impulsa con la M de misericordia y la misericordia se expresa con la A de acción”, reiteró.
En un aparte con El Visitante, Padre Obispo indicó que la fuerza de la fe los hace seguir adelante, “nos hace descubrir la presencia amorosa de Dios en la historia y que pese a las dificultades que podamos encontrar el Señor siempre existe”.
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Continuó diciendo que “aún en medio de las dificultades que podamos experimentar como pueblo tenemos que darnos cuenta de que el Señor ilumina, nos sostiene y acompaña. Puerto Rico se levanta y queremos decir sí a la esperanza, Puerto Rico se levanta”.
Por su parte, la encargada del Santuario, Sor Alba Bonilla, OP, agradeció a que no llegaron a colocar el sobre techo que se ubicaría frente a la réplica porque de haberse hecho probablmente se hubiese perdido por la fuerza de los vientos. Asimismo lamentó que por la situación que vive el País no se realizaron las actividades que se habían programado previamente para esa fecha que incluía varias misas, una procesión con la Virgen por los predios de la Hacienda y hasta mariachis. “Le damos gracias a la Virgen porque de alguna manera ella nos protegió porque pudo haber sido peor y gracias a Dios estamos vivos para celebrar este día”, reconoció.
Mientras, la priora de la orden, Sor Mariola Toro García, OP, agradeció a los presentes y admitió que esperaban menos asistencia. “El Señor movió esos corazones para que llegaran hasta aquí”, aseguró. También pidió que se continúe en oración por Puerto Rico para que el País pueda levantarse y seguir adelante.
La actividad culminó con una corta procesión frente a la Plazoleta con Jesús Sacramentado y la imagen de la Virgen de Fátima que fue una de las cinco que hizo el mismo artista que trabajó la que está en el santuario de Portugal y que se bendijo precisamente hace 20 años, el 13 de octubre de 1997.
Buenisimo! me gusto bastante.