La comunidad parroquial de San Germán de Auxerre y de Santa Rosa de Lima se unieron el pasado jueves 28 de abril de 2016 para despedir a las Hijas de la Caridad de San Germán que van hacia otra misión. Comenzó con la Exposición de Jesús Sacramentado, seguido de la Santa Misa en Acción de Gracias por los 133 años de servicios de las Hijas de la Caridad en San Germán. La misma fue presidida por Padre Daniel Enrique Hernández (Párroco) y armonizada por el Coro Magníficat de nuestra parroquia. Al finalizar tuvimos un compartir, disfrutamos de un video de fotos antiguas y recientes. Algunos de los presentes dieron su testimonio y agradecimiento a las Hermanas, y se vivieron muchos momentos emotivos durante la celebración.
Llegada la hora cero del sábado 30 de abril, hasta la naturaleza lloró la partida de las Hermanas pues amaneció lloviendo. Padre Faustino Burgos, C.M. Director Provincial, ofició la Santa Misa, junto a nuestro Vicario Padre Miguel Jesús Cruz quien les habló a las Hermanas allí presentes: “Gracias en nombre de todas aquellas personas que ustedes acompañaron y socorrieron y que no pudieron agradecerlo. Gracias en nombre de este antiguo hospital, que en cada ladrillo que se encuentra allí está puesto el nombre de ustedes y también en el nuevo Hospital de la Concepción. Lo hermoso de todo esto es que ustedes han honrado el nombre que llevan: Hijas de la Caridad”.
Y de esta manera, Padre Miguel concluyó sus palabras a las Hermanas: “La caridad es la acción del amor en la máxima expresión, así que en este momento de despedida, que duele, verdad… le dolió a Jesús permitir que lo clavarán en la cruz, pero lo importante es que llevan la complacencia de que cumplieron con su misión en este pueblo. 133 años se dicen fácil pero la perseverancia y el nombre que ustedes han escrito en oro en el pueblo de San Germán eso nadie lo va a borrar. Así que váyanse en paz a la nueva misión que el Señor les prepara y sientan que continúan haciendo la obra del Redentor: la obra de salvación que a ustedes les fue encomendada. ¡Que el Señor les bendiga!”.
(Odrys Martínez Toro)