Así comienza la encíclica del Papa León XIII, escrita en 1891, de la cual el 15 de mayo celebramos sus 131 años. La novedad a la cual se refiere el Papa León XIII, es la “Revolución Industrial”. La Revolución Industrial describe los cambios demográficos, políticos, sociales y económicos, ocasionados por cambios tecnológicos que permitieron la producción en masa de bienes. Estos cambios comienzan con la mecanización de la industria textil en la Gran Bretaña de medidos del Siglo XVIII y se extienden al resto de Europa y al Occidente durante el Siglo XIX. Los cambios en los sistemas de producción y el desarrollo de nuevos inventos, que los impulsaron, lograron transformar todos los ámbitos de la vida humana, dando paso al trabajo industrial asalariado y a la acumulación de los bienes de producción por el capital. Pronto los sistemas económicos se transformaron en planteamientos políticos de organización social, entre ellos el socialismo.
¿Qué tiene que ver la Iglesia con el desarrollo de estos cambios? El Papa León XIII, señala que la Iglesia tiene el deber y el derecho de opinar sobre temas de carácter social, económico y político. Más importante aún, la Iglesia, a la luz de la doctrina cristiana, ofrece la solución al antagonismo entre el trabajo y el capital. La Iglesia aporta principios morales, que, apoyados en la verdad y la justicia, orientan el comportamiento de los hombres en sus relaciones mutuas.
La preocupación inminente del Papa León XIII era la acumulación de riquezas en las manos de unos pocos y la pobreza de la inmensa mayoría del pueblo trabajador. La Encíclica propone deberes y derechos tanto del trabajo, como del capital, de las familias y de los gobernantes. Establece la necesidad de crear un ambiente de colaboración que apoye el bien común y que permita una sociedad equilibrada y justa. El Papa cuestiona la teoría socialista que establece que la lucha de clases es necesaria para el desarrollo social, y sugiere que “el capital no puede vivir sin el trabajo, ni el trabajo sin el capital”. (Rerum Novarum, 14). Establece que “toda la doctrina de la religión cristiana, de la cual es intérprete y custodio la Iglesia, puede grandemente arreglar entre sí y unir a los ricos con los proletarios, es decir, llamando a ambas clases al cumplimiento de sus deberes respectivos y, ante todo, a los deberes de justicia”, (Rerum Novarum, 15).
La Encíclica defiende el derecho de todas las personas a la propiedad privada. Enfatiza en la función primordial de la familia como célula de la sociedad y la obligación del estado de apoyarlas y no interferir con la labor de los padres y sus derechos sobre sus hijos. Defiende la asociación de los trabajadores para reclamar mejores condiciones, propone un salario que permita cubrir las necesidades básicas de las familias, reclama un trabajo que no sea ni excesivo, ni pesado y establece el deber del Estado de apoyar a las familias, mediante subsidios y/o servicios necesarios. El balance entre los derechos de los pobres y los deberes de los ricos se consigue cuando el hombre reconoce que: “la verdadera dignidad y excelencia del hombre radica en lo moral, es decir, en la virtud”, (Rerum Novarum, 19). Esa virtud se demuestra en el comportamiento social de las personas hacia la solidaridad.
La Encíclica Rerum Novarum fue el documento que abrió paso a la elaboración de un cuerpo doctrinal completo sobre las responsabilidades sociales de los seres humanos. Sus actualizaciones, presentadas por diferentes Papas: Cuadragésimo Annus (Pio XI), Mater et Magestra ( Juan XXIII), Pacem in Terris (Juan XXIII), Populorum Progressio (Pablo VI), Octogesimum Adveniens (Pablo VI), Laborem Exercens (Juan Pablo II), Solicitude Rei Socialis (Juan Pablo II), Centesimum Anum ( Juan Pablo II), Caritas in Veritate (Benedicto XVI), Laudato Si (Francisco), Fratelli Tutti (Francisco), ofrecen una visión cristiana de una sociedad de libertad, paz y justicia, fundamentada sobre la verdad de lo que es el hombre y sobre el valor primordial de nuestra fe cristiana: la caridad.
Te invitamos a participar, el viernes 20 de mayo, de 6:00 p.m. a 8:00 p.m., en un foro para discutir la Doctrina Social de la Iglesia y el rol de los laicos. Se celebrará en la Universidad del Sagrado Corazón. Para más información escríbenos: casa.doctrinasocial@gmail.com
(Puede enviar sus comentarios al correo electrónico: casa.doctrinasocial@gmail.com)
Nélida Hernández
Consejo de Acción Social Arquidiocesano