¿Quién no reconoce ese sonido agudo, sólido y melodioso que es sinónimo de puertorriqueñidad donde se escucha? Del 25 al 27 se conmemora la fiesta del instrumento nacional: el cuatro puertorriqueño. Para hablar sobre el instrumento de cinco cuerdas dobles y sonido potente como el coquí, El Visitante entrevistó al cuatrista profesional Rolando E. Hernández Rodríguez.
En palabras sencillas y precisas, el cuatrista explicó que el instrumento es un baluarte, un tesoro y un embajador de la cultura de Puerto Rico porque en cualquier parte del planeta “donde hay un cuatro, es Puerto Rico el que viaja”.
Con 30 años de experiencia en la variedad de seises y aguinaldos, sostuvo: “Para mí el cuatro puertorriqueño significa identidad cultural. Nos identifica como puertorriqueños que somos. En cualquier parte del mundo ves o escuchas un cuatro y tiene ese arraigo con Puerto Rico”.
Con sangre musical en sus venas, Rolando recordó que de niño tomó una guitarra para puntear algunas melodías que afloraron con naturalidad. A sus 16 años heredó el instrumento nacional de su tío Enrique Rodríguez y fue como liberar su creatividad. Su tío le dijo: “Te toca amenizar la fiesta familiar en las navidades próximas”. Y Rolando lo tomó muy enserio ganando el respeto de toda la familia de músicos esas navidades. Antes de la mayoría de edad su talento en las cuerdas y trastes era amplio con el dominio de la guitarra, el bajo, el tiple y el cuatro. Pero, este último siempre fue el primero para el músico profesional.
“Me motiva mucho el timbre y la sonoridad del cuatro puertorriqueño”, articuló. El músico ha cultivado una carrera profesional desde el 1993 en diversas agrupaciones como la Orquesta de Cuerdas de Puerto Rico (donde se destaca como director en la actualidad), con Vicente Caratini y los cantores de San Juan y con Herminio de Jesús. Ha participado en más de 30 producciones discográficas y ha producido ocho.
Cuatro revestido de fe
El músico, como explica con gratitud y compromiso, encontró un verdadero espacio de crecimiento en los distintos coros y agrupaciones musicales de las iglesias. Sobre la fe y la música comentó que los talentos son una gracia de Dios. “Con estos talentos se puede hacer que la Palabra de Dios tome vida en la música y llevar un mensaje con esa tonalidad de Dios”, sostuvo el cuatrista, quien colabora desde adolecente con las actividades, ministerios y en las diferentes celebraciones a las que lo invitan.
“La percepción del mensaje es mayor cuando se musicaliza porque el oído se enamora de la música, lo atrapa. Hemos vivido experiencias muy gratas en los ministerios en los que hemos participado”, dijo sobre la música y la oración que son una doble forma de orar.
A promover la cultura…
Enfatizó que se necesita promover más la cultura, esto es sumamente importante “a todos los niveles”. Si no se fomenta la cultura entre los jóvenes, esto tendrá serias consecuencias en el futuro. Esto aplica para que jóvenes puedan interpretar el cuatro como instrumento y para que más y más aprecien, valoren y patrocinen la música puertorriqueña. De este modo, el cuatro puertorriqueño continuará siendo ese símbolo y emisario de la cultura puertorriqueña.
Asimismo, explicó que el cuatro, como todo instrumento, no se limita a los puertorriqueños porque cualquier músico puede estudiarlo y aprenderlo; ni se limita al tiempo navideño o a la música campesina. Es un patrimonio musical para compartir y fomentar en todas las épocas del año. “Aquí lo importante ha sido que artistas jóvenes han identificado que el cuatro no es solo para Navidad y le han dado cabida en la música de todo el año, como Ricky Martin, Robi Draco, Marc Anthony, Luis Fonsi y Daddy Yankee. Ha sido bien interesante, aunque todavía falta mucho camino por recorrer. El reto ahora se encuentra en las emisoras de radio y televisión”, destacó.
Así agradeció a artistas y jóvenes que cada vez más deciden dar un paso a favor de la cultura para que el cuatro puertorriqueño se escuche con mayor fuerza no solo en la Navidad. Concluyó: “Lo importante es que nos unamos todos y promocionemos nuestra música puertorriqueña y nuestro instrumento nacional”. ■