Durante este año ha estado peregrinando por las comunidades parroquiales de la Provincia Eclesiástica de Puerto Rico la Cruz de la Evangelización. La parroquia El Salvador de Hormigueros recibió la misma el pasado domingo, 25 de agosto y la entregó a la Basílica La Monserrate el domingo, 3 de septiembre, en la celebración de la Novena a quien es Patrona de la Diócesis y protectora de Puerto Rico.
Recibimos la Cruz peregrina de la parroquia Nuestra Señora del Rosario, del Poblado Rosario de San Germán. Un grupo de fieles representando la comunidad parroquial, y acompañados por su párroco P. Javier Aquino Florenciani nos entregaron el signo de nuestra fe. Fue una celebración entusiasta, gozosa, animada por el coro juvenil de la parroquia que nos visitó. Un nutrido grupo de fieles de ambas parroquias fue partícipe de la entrega y recepción de esta. Con el himno Alma Misionera la cruz fue entronizada en el templo parroquial El Salvador.
La Cruz es el símbolo radical, primordial para los cristianos. Es uno de los símbolos universales, comunes a todas las confesiones. A partir del siglo IV es cuando la cruz se convirtió en el símbolo predilecto para representar a Cristo y su misterio de salvación. Desde el sueño del emperador Constantino, hacia el año 312 (in hoc signo vinces, con esta señal vencerás), que precedió a su victoria sobre el puente Milvio, y el descubrimiento de la verdadera Cruz en Jerusalén el año 326 por Elena, madre del emperador, la atención de los cristianos hacia la cruz fue creciendo. La fiesta de la exaltación de la Santa Cruz, que celebramos el 14 de septiembre, se conoce ya en Oriente en el siglo V, y en Roma al menos desde el siglo VII.
Los cristianos con frecuencia hacemos con la mano la señal de la cruz sobre nuestras personas, o nos la hacen otros, como es el caso del bautismo y de las bendiciones. Al principio parece que era costumbre hacerla solo sobre la frente; luego se extendió paulatinamente lo que hoy practicamos: o hacer la cruz sobre nosotros mismos (desde la frente al pecho y desde el hombro izquierdo al derecho) o bien la triple cruz pequeña, en la frente, en la boca y el pecho, como en el caso de la proclamación del Evangelio.
Es un gesto sencillo, pero lleno de significado. Esta señal de la Cruz es una verdadera confesión de nuestra fe: Dios nos ha salvado en la Cruz de Cristo. Es un signo de pertenencia, de posesión: al hacer sobre nuestra persona esta señal es como si dijéramos: “Estoy bautizado, pertenezco a Cristo, Él es mi Salvador, la Cruz de Cristo es el origen y la razón de ser de mi existencia cristiana…”.
Quien primero hizo la señal de la cruz fue el mismo Jesús quien “extendió sus brazos en la cruz” (Plegaria eucarística 2), y “sus brazos extendidos entre el Cielo y la Tierra trazaron el signo imborrable de su alianza” (Plegaria Eucarística 1 de la Reconciliación).
La Cruz de la Evangelización permanecerá en nuestra Catedral La Candelaria para la veneración de los fieles, memoria permanente de la Evangelización y llamada a ser misioneros en el hoy de nuestra historia.