Durante los días 17, 18 y 19 de noviembre, 36 aspirantes al diaconado permanente realizaron su retiro de preparación de órdenes y recepción del acolitado. Monseñor Álvaro Corrada del Río, S. J., Obispo de la Diócesis de Mayagüez, dio inicio al retiro. En su bienvenida exhortó a mantener los ojos fijos en Cristo. Igualmente a ser un instrumento unido a Dios y tenerlo en el corazón. Solo así se podrá realizar una buena labor. Ello sin olvidarnos del Espíritu Santo que es la guía de la Iglesia.
Hubo oportunidad de reflexionar sobre el servicio al que fueron llamados. El diácono permanente comparte el Sacramento del Orden sacerdotal y forma parte integral del clero. Mons. Corrada, acentuó que el diaconado es un llamado. “Es una integración total a Cristo donde participa con Cristo de su muerte y su resurrección”, señaló el Obispo.
A su vez dijo que el diaconado es una vocación donde se es un siervo, con el fin de servir de instrumento a Cristo. Se hizo referencia al Concilio Vaticano II, donde se restaura el diaconado permanente como un estado de vida. Al mismo tiempo se declara que los diáconos permanentes son servidores del pueblo de Dios, en unión al Obispo y sus Presbíteros.
Además del Obispo Corrada, participaron otros sacerdotes y diáconos permanentes y sus esposas como conferenciantes. Entre ellos; Padre Ángel Luis Ríos, Padre José Cedeño, Padre Marcelino Arocho, Diácono Carlos Valentín y Diácono Gilberto Martínez. Entre los temas presentados estuvieron: Diaconado como vocación, Espiritualidad vivida en y desde la liturgia, Amor y respeto a la liturgia, Tener un encuentro continuo íntimo con Dios, Atención del diácono a su esposa e hijos, Elementos en la formación luego de la ordenación diaconal.
El domingo, 19 de noviembre, último día del retiro, se unieron las esposas de los aspirantes a diáconos. En esta etapa se compartieron experiencias, dudas y reflexiones. Las mismas fueron relacionadas a la vida matrimonial y familiar. El retiro finalizó con la Santa Misa en la Catedral Nuestra Señora de la Candelaria de Mayagüez. Coincidió con la celebración de la Solemnidad de Nuestra Señora de la Providencia, Patrona de Puerto Rico.
En la misa 36 hermanos de la diócesis de Mayagüez recibieron el ministerio del Acolitado. A esta celebración les acompañaron feligreses de las diferentes parroquias de la diócesis, familiares, amigos y sacerdotes. Durante la homilía el Obispo disertó sobre la festividad de la Patrona María Madre de la Providencia. Monseñor Álvaro Corrada recalcó: “En este momento histórico nuestra Madre no nos ha desamparado luego de vivir el paso de los huracanes Irma y María. Estas situaciones han sacado del puertorriqueño lo más profundo de la cristiandad y el bien común para ayudar a levantar sus comunidades”.
Luego de la homilía se procedió a la otorgación del ministerio del acolitado a los 36 futuros diáconos. De camino hacia la ordenación diaconal piden la protección de su Madre María que sea nuestra sueducadora e intercesora en esta nueva misión.
Al final, agradecieron la dedicación y esfuerzo de cuantos han hecho posible su formación. Expresaron gratitud al Obispo por confiarles tan excelso ministerio.
Luis A. López, aspirante a diacono
Jazmín Rodríguez, esposa